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Mujer caminando descalza por la playa con las chanclas en la mano y una sombrilla naranja

Corte de digestión: ¿tienes que esperarte fuera del agua después de comer?

Tomar el sol o bañarnos después de comer pueden provocarnos un corte de digestión

«Debes esperar dos horas para poder bañarte porque, de lo contrario, te dará un corte de digestión». Es la frase más repetida cada verano por quienes acuden a disfrutar de la piscina o el mar. Se trata de una creencia que forma parte del ideario colectivo desde hace décadas, que considera peligroso que los bañistas se metan en el agua inmediatamente después de haber comido, ya que puede conllevar la interrupción de la digestión.

Uno de los temores durante el verano es el corte de digestión, pero ¿es cierto que puede producirse por este motivo? La respuesta es no. Tal y como indican los expertos en la materia, dicho término no está relacionado con un fallo del sistema digestivo, ya que no existe un botón de pausa de la digestión.

El corte de digestión «se utiliza comúnmente para referirse a la parada súbita de la digestión, que no solo ocurre tras meterse en el agua justo después de comer, sino que puede originarse por diversas causas: realización de ejercicio intenso después de una comida copiosa, sudar abundantemente o tomar el sol con altas temperaturas», destacan en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM).

Por lo tanto, los conceptos apropiados para referirnos a un corte de digestión en los casos más graves serían síndrome de hidrocución o shock termodiferencial. Tal y como explica el Ministerio de Sanidad, esto es una parada cardiorrespiratoria por un shock súbito de temperatura.

¿Mito o realidad?

El famoso corte de digestión no solo puede ocurrir durante la época estival, ni por la acción del agua. Tal y como explica el doctor Francisco José García Fernández, portavoz de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), cualquier impacto térmico durante el proceso de digestión puede provocar este episodio.

Respecto a los baños, el doctor García Fernández considera que «al interrumpir de manera brusca en agua fría, el cuerpo necesita calor, por lo que intenta redirigir la sangre hacia la piel, pero al estar casi toda en el tubo digestivo, hay un insuficiente volumen sanguíneo».

El portavoz de la FEAD añade que no está prohibido el baño tras una comida, «lo que hay que intentar es reducir al máximo el choque térmico, introduciéndose poco a poco en el agua», zanja García Fernández.

Signos de alerta sobre los cortes de digestión

Sentir escalofríos, nauseas, vómitos, dolor de cabeza o cansancio repentino son algunos de los signos de alerta a los que hay que prestar atención y salir cuanto antes del agua. Para prevenir este episodio, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recopilado las siguientes recomendaciones:

  • Evitar la combinación de estos tres factores: agua muy fría, cuerpo caliente y entrada de golpe en el agua.
  • Tratar de no tirarnos de golpe al agua después de la comida, de hacer ejercicio intenso o de haber estado tomando el sol durante horas. Podemos bañarnos, pero es conveniente introducirnos en el agua de forma gradual para evitar un fuerte contraste de temperatura.
  • Hay que evitar realizar deportes intensos en las horas de mayor exposición solar.
  • Tratar de no ingerir comidas copiosas al aire libre si la temperatura es elevada.
  • Por último, es de vital importancia tener cuidado con el consumo de alcohol, ya que una ingesta excesiva es un riesgo para los bañistas.