Rocío Flores y Andrea Janeiro llegaron a tener muchas cosas en común. Eran algo más que simples hijas de famosas intentando esquivar los focos de la prensa. Entre ellas existió una profunda amistad que fue desapareciendo con el paso de los años.
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La hija de Antonio David asumía con más naturalidad su papel dentro del mundo del corazón, pero nunca se ha encontrado cómoda en esa situación. Mucho menos lo está la primogénita de Belén, que rechazó desde un primer momento tener una vida pública.
Andrea Janeiro, nada más alcanzar la mayoría de edad, difundió un comunicado en el que pidió que se pusiera "fin" a la persecución mediática. Sobre todo porque vulneraba sus "derechos al honor, la intimidad y a la propia imagen". Rocío optó por seguir otro camino, con apariciones frecuentes en la televisión, tanto en realities como en programas.
Durante un tiempo consideró que lo mejor para ella era mantenerse al margen de todas las guerras que afectaban a su familia. Pero desde hace tres años, su presencia en los medios se ha multiplicado. Se ofreció como defensora de su padre en el plató de Gran Hermano Vip en su séptima edición.
Sus alegatos ayudaron a que el exguardia civil llegara lejos en el programa. En vista del buen resultado conseguido se le abrieron unas cuantas puertas. Se le pudo ver en Supervivientes, y desde hace unos meses es colaboradora en El programa de Ana Rosa.
En el último año ha tenido que dar la cara por su padre y por Olga Moreno, última ganadora del reality. También sortear las incómodas preguntas sobre la docuserie protagonizada por su madre. Y más recientemente aclarar el estado de la relación entre el excolaborador y su pareja.
Andrea Janeiro, más tranquila que Rocío
Por su parte, Andrea Janeiro ha tenido una vida más sosegada en ese sentido. Durante un tiempo se retiró a Inglaterra donde realizó sus estudios de Comunicación. Allí pudo alejarse de todo lo que afectaba a su familia, sobre todo del conflicto entre sus padres.
Aunque nunca se ha pronunciado en público sobre ello, siempre le ha recriminado a su madre que hablara de Jesulín. Ha pedido una tregua a los dos para que cesen los ataques mutuos. Y parece que lo ha conseguido aunque a la Princesa del pueblo le cueste contenerse a veces.
Más complicado parece tenerlo Rocío Flores, que desde el primer momento se ha decantado por su padre, dejando de lado a Rociíto. Entre ellas no existe relación, y todo apunta a que tardarán mucho en recuperarla. De momento, nadie parece dispuesto a mover ficha en esta batalla estratégica, en donde está en juego algo más que el honor.
La relación entre las dos jóvenes famosas era desconocida por la mayoría de medios. Durante las galas de GH Vip se pudo apreciar que entre la hija de Rociíto y Belén había un gran entendimiento. "He cenado muchas veces con ella en el comedor de Telecinco, y ha llorado conmigo", desvelaba la de Paracuellos.
La madre de Andrea, más acostumbrada a lidiar con las peleas en los platós, salió en su defensa en más de una ocasión. Sobre todo cuando intentaban sacarla de quicio. Incluso se pudo ver a la nieta de la Jurado en algún cumpleaños de la colaboradora de Sálvame, acompañada por Olga Moreno.
Se tratan de celebraciones en donde solo tienen cabida las personas más cercanas a ella. Y en aquel instante, estaba Rocío Flores. Aclaró que la joven "ha salido por ahí con mi hija" en alguna ocasión.
Para la Princesa del pueblo, las dos chicas habían sufrido una situación parecida. "Que dos niños se tengan que ir con un padre y la madre se case y no les llame. Pues a mí me recuerda a mi hija", soltó.
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