Alessandro Lequio y Álex Lequio en una fotografía publicada en su cuenta de Instagram

El sorprendente mensaje de Alessandro Lequio poco antes de la muerte de su hijo

Lequio compartió en su cuenta de Twitter una profunda reflexión de Steve Jobs, que murió de un cáncer de páncreas con 56 años

Hoy se cumplió el peor temor de Ana Obregón y Alessando Lequio, el fallecimiento de su hijo a los 27 años tras una dura lucha contra el cáncer. 

La gravedad de Álex Lequio durante los días previos a su fallecimiento ya anticipaba el trágico final del joven. 

Ayer 12 de mayo, Alesandro publicaba en su cuenta de Twitter  una profunda reflexión fruto de la inminente pérdida que estaba a punto de sufrir.

La reflexión de Steve Jobs sobre la vida

Lequio recogía las palabras del empresario y visionario Steve Jobs, que murió de un cáncer de páncreas con 56 años.

El fundador de Apple, consciente de su «muerte inminente» reflexionaba sobre la importancia de las cosas inmateriales, aquellas que no se pueden comprar.

Steve Jobs, que dejó una fortuna de 7 mil millones de euros, reconocía que toda la riqueza que poseía no tenía sentido frente a la muerte. «El dinero te da todo tipo de cosas pero  hay una cosa que no se puede comprar: LA VIDA»

La profunda reflexión insistía en la necesidad de educar a los hijos para que sean felices  y no para que sean ricos. «La verdadera felicidad no viene de las cosas materiales», viene de las personas que tienes a tu lado. 

El amor de la familia, la pareja y los amigos es lo único necesario para que «cuando llegue el día que baje el telón puedas llevar contigo la verdadera riqueza de este mundo» afirmaba el multimillonario empresario.

Dos años de lucha

Al compartir estas palabras, Alessando Lequio empatizaba con una situación por la que el mismo está pasando en estos momentos.

A pesar de que su hijo se sometió a numerosos tratamientos en las mejores clínicas de Estados Unidos y España y luchó con fuerza durante dos largos años, no fue capaz de superar una enfermedad que no entiende de éxito ni dinero.

Pero si algo queda claro es que Álex Lequio se llevó consigo la verdadera riqueza de este mundo, el amor de unos padres que lucharon siempre a su lado.