Leo Messi por fin sonríe. En la última jornada de la fase de grupos de la Champions League ante el Brujas, consiguió marcar dos goles.
Parece que la adaptación a Champions League le ha costado mucho menos que a la Ligue 1. Aún no le ha cogido el truco a la competición liguera francesa, donde tan solo suma 1 gol en 9 partidos. Cifras impensables para Messi, jugador acostumbrado a marcar gol por fin de semana.
Está entre los peores delanteros de la liga en cuanto a registros. Parece que sigue sin adaptarse a la ciudad, tanto él como su familia.
Leo Messi y su familia ya llevaban más de 20 años viviendo en Barcelona. Acostumbrados a un club, una ritmo de vida y una rutina. Sus hijos y Antonela estaban perfectamente integrados a la ciudad de Barcelona y a Castelldefels.
Ahora con el cambio de ciudad, se tienen que adaptar a otro estilo. París es una ciudad mucho más fría que Barcelona, eso sin dudarlo. Los parisinos tienen por bandera ser borde, de pocas palabras y tener las ideas muy claras.
Personalidad que choca frontalmente a la argentina o la española. Aparte, adaptarse a otro contexto futbolístico es complicado. Hasta esta temporada, no parece que Leo Messi haya sabido sobre el Saint-Éttiene o el Dijon.
Los "nenes" como así los llama Leo, parecen estar adaptados, menos Thiago, el más mayor. De todos es sabido que cambiarse de colegio no pintaba la mejor de las ideas cuando eres pequeño. Ya tienes tus amigos, tus profesores, etc., con lo que a Thiago parece haberle sentado mal el cambio.
Ya se sabía gracias a Messi que Thiago era el que peor aceptaba la fama de su padre. Parece un niño que está dispuesto a labrarse un nombre por sí mismo, como en la película de Rocky Balboa, en la que su hijo se muda lejos para no estar a la sombra de su padre.
A Antonela se le ve mucho por la ciudad condal. Parece que en cuanto la agenda lo permite, se escapa a hacer vida social a Barcelona, mientras que Messi se queda en París entrenando.
Está tratando de encontrar su juego dentro del PSG. Su mejor aliado está resultando ser Kylian Mbappé y la mejor versión de Leo es cuando juega cerca de él. Le encuentra muy bien con el pase y se compenetran muy bien en la ofensiva.
La adaptación quizás es más esquemática que con el club, culpa en gran parte de Pochettino. Mauricio no está logrando ser el técnico que puso al Tottenham en lo más alto del fútbol inglés. Su esquema carece de estilo y está provocando que los jugadores se pierdan en el encuentro.
Sobre todo el centro del campo se encuentra como en un vacío. No explotan la columna vertebral que podrían formar a partir de un central, Verratti, Messi y Mbappé. La clave para que reinen en Europa está en encontrar sinergias en el triángulo Verratti, Leo y Kylian, tanto ofensiva como defensivamente.
No tiene por qué ser defensa sin balón, al contario, más bien mediante la posesión. Sin duda la clave es que Pochettino de con la tecla para juntar a los cracks.
Se espera que pronto Leo Messi y su familia se adapten. Por el bien del fútbol mundial. Para disfrutar del astro argentino, el cual es un espectáculo cuando consigue hacer su fútbol.