Una mujer vestida de boda sostiene un ramo de flores abrazada a su marido

Se casan y envían facturas a los invitados que no asistieron: Más de 100€ por persona

Gastaron mucho dinero en su boda y muchos invitados no asistieron, cuando habían confirmado que sí lo harían

No cabe duda que una boda de las tradicionales cuesta una cantidad de dinero que no todo el mundo puede gastar. El alquiler del lugar, la ceremonia, decoración, el menú para los invitados, el detalle de recuerdo, música, etc.

Cada una de estas cosas hace subir la factura que tienen que pagar los novios. Sin embargo, hay mucha gente que se pregunta si las bodas realmente son un gasto o si, por el contrario, vienen a ser más una inversión.

¿Cuál es el motivo que haría pensar eso? Uno muy sencillo. Cierto es que los novios, por lo general, gastan bastante dinero en la celebración de la boda, pero, por su parte, los invitados tampoco se quedan cortos.

Por todos es sabido que, tradicionalmente, cuando alguien es invitado a una boda lo normal es que se haga un regalo a la pareja afortunada. O si más no, que se les dé algo de dinero como 'regalo de bodas.

El dinero que se gasta en estos regalos o el que se da directamente, no suele ser poco, rondando unos 100 euros. Evidentemente, cada persona dará lo que considere oportuno, pudiendo ser más o menos.

De igual forma, no todos los novios hacen una boda igual, algunos optan por ceremonias muy austeras con los seres más importantes. Otros por grandes fiestas con cientos de personas y con miles de euros invertidos.

En ocasiones, sin embargo, pese a invertir mucho dinero en la boda, los novios salen ganando. Y es que, como hemos dicho, hay muchos invitados generosos. Estos acaban dando cantidades de dinero o regalos que, entre todos, pueden llegar a alcanzar el dinero gastado en la ceremonia y el banquete.

Así pues, no siempre se trata de un mal negocio para los novios. Hay ocasiones, sin embargo, en la que esto se lleva al límite y llegan a producirse situaciones de lo más inesperadas.

Es el caso que ha protagonizado recientemente una pareja que se ha casado en Jamaica. Doug Simmons, de 44 años, y Dedra McGee, de 43, han hecho algo tras su boda que ya ha impactado a muchos.

Envían facturas a los invitados que no acudieron a la boda

Se trata de una pareja de Chicago, Estados Unidos, que decidió tirar la casa por la ventana para celebrar la boda de sus sueños. En un hotel de lujo en Jamaica, allí fue donde celebraron el gran evento.

Todo parecía que iba a ir perfecto para ellos, hasta que, poco antes de la celebración, se dieron cuenta de algo. Faltaba casi un tercio de los invitados que había confirmado que iría.

Al parecer los novios se sintieron muy dolidos, aparte de molestos, con estos invitados que no acudieron y que, además, no avisaron.

Es por ello que tomaron una decisión bastante poco ortodoxa. Enviaron facturas personalizadas a todas aquellas personas que habían confirmado su asistencia y, finalmente, no acudieron.

"Esta factura se le envía por el motivo de que usted confirmó su asiento en la boda. El precio que se indica es el precio individual de vuestros asientos. Como no nos llamaron ni nos notificaron que no iban a acudir al enlace, esa cantidad es el precio que tuvimos que pagar por adelantado por vuestros asientos reservados", se puede leer en la nota.

No solo esto, sino que en la misma hoja se detalla las vías de pago que se pueden seguir y se indica si podrían ser especificadas antes de realizar el pago.

La cantidad exacta por asiento, tal y como se ve en la factura, es de 120 dólares.

Aseguran los novios que esto lo hicieron muy dolidos, y no tanto por el dinero, sino por forma de actuar de sus invitados. Y es que, según algunas declaraciones que ya han dado, preguntaron hasta en cuatro ocasiones por la asistencia.

Pese a ello, ninguna de estas personas fue capaz de decir que no asistiría al enlace, por lo que, al parecer, esta pareja decidió 'castigarlos' con la factura de su boda.