El cuerpo de Juan Manuel apareció sin vida el pasado mes de agosto. Estaba en el interior de un vehículo totalmente carbonizado en un descampado de la Puebla, en Murcia. Unas horas después la Guardia Civil arrestaría a una pareja de jóvenes como principales sospechosos.
Se trataban de Agustín, de 24 años, y su novia Natalia, de 18. La víctima había tenido una relación sentimental con la joven hasta hace unos meses.
En una primera declaración en el cuartel, Natalia confirmó que "le dije que lo iba a matar y a quemar, que lo iba a quemar a él y a su hija". Juan Manuel no se quedó atrás y le emplazó a verse las caras en La Puebla, donde "me esperaba con una escopeta", añadió ella.
Pese a que la relación entre ellos no era bueno y habían decidido romper hace tiempo, Juan Manuel y Natalia seguían viéndose con frecuencia. Esto era algo que no veía con buenos ojos el actual novio de ella, Agustín. Tenía muchos celos de la víctima.
Ella incluso había denunciado alguna vez a su expareja por malos tratos, llegando la justicia a imponerle una orden de alejamiento. Pese a ello, siempre acaban volviendo.
Los hechos ocurrieron una tarde de domingo. Natalia se ausentó durante un tiempo y Agustín, en vista de que no aparecía, decidió ir a buscarla.
En un primer momento acudió a la casa de Juan Manuel. Ella se había puesto en contacto con él para quedar.
Su actual novio no los encontró en la vivienda, así que optó por dirigirse al paraje de Los Maínes, donde solían reunirse en otras ocasiones. El acusado niega que le hubieran preparado una emboscada a la víctima para acabar con su vida.
En aquel descampado mantuvieron una pelea, donde Agustín acabó golpeando con una llave inglesa a Juan Manuel en la cabeza. Así se desprenden de las primeras investigaciones de los agentes. No se descarta que el detenido le diese sin mediar palabra.
Según el relato que contaron a la Guardia Civil, al comprobar el daño realizado, los detenidos montaron en el coche a la víctima. Tenían intención de llevarlo a un centro médico para que fuera atendido ante la gran cantidad de sangre que perdía.
Sin embargo, Agustín se acabó echando para atrás por miedo. Sabía que aquella agresión iba a tener consecuencias penales. Una vez que detuvieron el coche que conducía la joven, los dos hombres volvieron a enzarzarse de nuevo.
Agredieron en dos ocasiones a Juan Manuel
Volvió a deja a Juan Manuel aturdido, tirado en el suelo. Los dos detenidos se volvieron a montar en el coche, con la mala suerte de que Natalia se llevaría por delante a su ex. Así lo confesó ella en su declaración.
Explicó que no lo pudo ver a causa de la oscuridad que había en la zona. Con la víctima en estado muy grave decidieron volver a introducirlo en el vehículo. Su expareja explicó que "no lo llevamos a urgencias porque Agustín no quería".
Una vez que comprobaron que estaba muerto decidieron regresar a ese descampado, donde le prendieron fuego al coche. Era la manera más efectiva de acabar con cualquier tipo de indicio.
Los dos acusados mostraron sus diferencias en las declaraciones. Ella señala que la idea de quemar el vehículo con Juan Manuel en el interior fue de Agustín. Él, por su parte, dice que fue cosa de ambos.
En cualquier caso, el detenido admite que él se hizo con una bolsa de plástico a la que prendió fuego y colocó dentro del coche. Sabían que era la única manera de borrar huellas y cualquier resto de ADN que pudiera implicarles.