Imagen de una piscina

Explosión en la piscina: 'Me tapé la boca con la toalla, pero creía que no llegaba a la salida'

Asunción, testigo del accidente de Zaragoza, fue una de las vecinas desalojadas tras la explosión

Tarde aciaga la que se vivió ayer en la piscina municipal de Luna (Zaragoza) tras fallecer un trabajador de las instalaciones deportivas. Según informó el Heraldo de Aragón, un empleado perdió la vida tras una explosión en la citada piscina. Además, otras siete personas habrían resultado heridas, siendo cinco de ellas menores de edad. 

Hacia las dos, el calor era sofocante en Zaragoza y la piscina estaba llena de bañistas, intentando refrescarse con un chapuzón. Fue en ese momento cuando se escuchó una fuerte detonación. En principio, ninguno de los asistentes a la instalación municipal le dio mayor importancia al sonoro estruendo que se escuchó en la piscina.

"Sí, oímos un ruido, pero todos seguimos a lo nuestro. Sin embargo, al poco rato, empezamos a notar problemas al respirar. No tardó en llegar el encargado del recinto pidiéndonos que desalojásemos la piscina", contaba Asunción Duarte a un redactor del Heraldo.

La mujer hacía estas declaraciones en la puerta del centro de salud, a donde tuvo que acudir horas después del suceso para que le chequearan. "Tengo algo de tos, pero el médico me ha dicho que saturo bien. Lo mío se cura, lo que es una desgracia es lo del pobre Jesús", decía, lamentando la pérdida del empleado.

Habla una testigo del accidente que acabó con la vida de Jesús

"Ha sido todo muy rápido. Yo me he tapado la boca con la toalla y he empezado a respirar más despacio. Pero estaba en la parte más alejada y por un momento he pensado que no llegaba a la salida", proseguía esta vecina de Luna.

"Supongo que los niños han reaccionado más tarde y han seguido respirando cloro. Porque algunos estaban incluso vomitando", explicaba. Pese a todo, Asunción apuntaba que la evacuación de la piscina fue "bastante ordenada y en ningún momento hubo pánico".

El trabajador que controla la entrada en las instalaciones fue quien comunicó a los bañistas lo que había ocurrido a pocos metros de la piscina. Ya fuera del recinto fue cuando vieron a Jesús. "Estaba junto al camión, todavía hablaba, pero tenía mal color", confesaba la vecina consultada.

"Un chico lo cogió y lo metió en su coche para acercarlo a toda prisa al centro de salud, pero antes de llegar ya debió notar que perdía el conocimiento", afirmaba. El caso es que el fallecido no tuvo la fortuna de llegar a urgencias con vida.

"Más de 45 minutos practicándole maniobras de reanimación, pero ha sido imposible"

"Se ha desplomado a las puertas del centro. Hemos estado más de 45 minutos practicándole maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero ha sido imposible", aseguraba Fernando Martínez de Zabarce, coordinador del centro de salud.

"Tenemos desfibrilador, pero tampoco ha servido de nada". La mala suerte quiso también que la UCI que suele asistir al pueblo estuviera fuera.

El helicóptero del 112 llegó hasta Luna, pero tuvo que aterrizar en el campo de fútbol, siendo imposible trasladar hasta allí al segundo operario. Finalmente, el fallecido fue enviado al céntrico Hospital Miguel Servet en una ambulancia del 061.

"Nos han dicho que en la zona de las piscinas todavía pica un poco la garganta al respirar. Pero, no creo que la nube tóxica cause ya más problemas al pueblo", desvelaba horas más tarde Martínez de Zabarce.

"Además de al fallecido y al hombre con el que descargaba el cloro, hemos atendido a otras siete personas. Entre ellas los niños. Tampoco descarto que mañana -por hoy- se presente todavía algún vecino", continuaba diciendo.

Según el médico, estos gases dañan especialmente al aparato respiratorio, por lo que en situaciones leves lo único que se aconseja es hidratarse bien.