Ezequiel junto a su familia y la silla que le regalaron

El emocionante gesto de unos taxistas con un joven discapacitado sin recursos

Varios taxistas de A Coruña han cumplido el deseo de Ezequiel

Varios taxistas de A Coruña han tenido un emocionante gesto con un vecino discapacitado sin recursos económicos.

Ezequiel y su madre Josefina han tenido una vida repleta de obstáculos y dificultades. No solo por los problemas de salud que el joven arrastra desde su nacimiento, sino por la situación monetaria que tiene la familia para hacer frente a todos los gastos.

En la actualidad, el hijo de Josefina tiene ya 15 años y padece daños permanentes en el cerebro como consecuencia de la hidrocefalia congénita que padece. Una patología que se produce por el acopio de líquido cefalorraquídeo en el cerebro, ejerciendo una presión dañina sobre él.

A raíz de esta patología, el joven padece problemas de desarrollo físico y mental que no le han impedido tener una vida plena a pesar de estar en silla de ruedas.

Aunque se trata de una discapacidad con muchas limitaciones, lo cierto es que Ezequiel y su madre siempre han contado con la ayuda de sus vecinos.

Entre ellos, los taxistas de vehículos adaptados han sido un apoyo fundamental, ya que siempre se han mostrado dispuestos a echar una mano cuando más los necesitan.

"Los taxistas que tenemos vehículos adaptados conocemos a Ezequiel desde hace años y le tenemos mucho cariño. La familia es muy buena gente", explica Enrique al diario Nius, un conductor que lleva toda su vida ejerciendo de taxista en A Coruña.

Precisamente, él fue el artífice de un gran gesto sin precedentes que ha emocionado a Josefina. Un regalo que, más allá de su valor económico, ha supuesto un símbolo de cariño y apoyo incondicional.

"Solemos ser gente de un perfil que nos gusta ayudar. Porque no solo es llevarlos de un sitio a otro, aunque no somos una ambulancia siempre tienes que echar una mano. Y acabas involucrándote", añade Enrique con satisfacción y orgullo de su profesión.

El regalo de un grupo de taxistas de A Coruña a Ezequiel, un joven discapacitado

Los taxistas de A Coruña no se aguantaron las ganas de hacerle un regalo muy singular al hijo de Josefina. No se trata de un objeto deseado por ningún adolescente, pero sí de una herramienta fundamental para el cuidado de un joven con necesidades especiales.

Se trata de una silla de ruedas ideada para el aseo de las personas con movilidad reducida. Una silla apta para meter en la ducha e imprescindible para mantener una higiene correcta sin hacer sobreesfuerzos.

"En uno de los trayectos en los que nos llevaba Enrique yo le conté que la silla que tenía para asearlo estaba rota. Me la habían donado hacía tiempo y ya estaba muy deteriorada. Estaba agobiada porque no tenía dinero para otra. Pero fue solo un comentario para desahogarme", cuenta Josefina a Nius.

Sin pensárselo dos veces, el amable taxista tuvo la maravillosa idea de juntar a unos cuantos compañeros de profesión y reunir el dinero necesario para comprar la silla.

"Los llevé engañados. Le dije a Josefina que tenía una sorpresa para ellos y los fui a buscar en el taxi. Ella estaba muy nerviosa y Ezequiel muy emocionado", cuenta Enrique.

Mucho más que taxistas: los conductores que ayudaron a sus clientes sin recursos

La misión no fue nada fácil, aunque pudieron cumplirla gracias al apoyo de Rebeca Souto, directora de una empresa de ayuda a domicilio.

"Todos conocemos a Ezequiel y a su familia. Así que nos pusimos en marcha. Conseguimos la silla a precio de coste y entre todos se la compramos para regalársela. La pagamos entre 16 personas", cuenta Rebeca al mismo periódico.

A través de este bonito detalle, los taxistas han conseguido facilitar la rutina a una familia que lucha por superar las complicadas circunstancias de la vida.

"Josefina es viuda y se desvive por su hijo, se merece tener facilidades para poder cuidarlo mejor. Sin la silla de aseo ducharlo era muy difícil. No podía con él, porque ha crecido mucho", añade la directora de la empresa de ayuda a domicilio.

"No pude evitar llorar, todavía hay gente solidaria. No he tenido una vida fácil, pero me ha tocado gente buena a mi alrededor. Fue muy bonito, muy emotivo, no me lo esperaba para nada", decía Josefina agradeciendo el gesto.