Un ramo de flores en un cementerio

El triste nuevo símbolo de los efectos del coronavirus en España

La instantánea tomada por un reportero que explica la tragedia que estamos viviendo

Algunas imágenes nos recordaron todo lo que hemos sufrido y peor aún: todo lo que hemos perdido.

Balcón de Madrid con todas las plantas muertas y resecas y el toldo a medio subir
El balcón madrileño símbolo de la pandemia | Twitter

Una foto llena de trágica poesía

La instantánea es en el barrio de Embajadores en pleno centro de Madrid. Vemos un balcón abandonado.

En él hay muchas macetas. Todas las plantas están muertas. Donde antes hubo vida, tallos esbeltos, flores de colores y hojas verdes ahora solo queda tristeza y abandono. Los dos habitantes de esa casa han fallecido de coronavirus.

José Antonio Bautista  es el periodista que hizo la foto con su teléfono móvil. La compartió en Twitter y rápidamente se hizo viral por la tremenda fuerza simbólica que tiene.

La acompañó del siguiente mensaje: «Hace nada ese balcón era un vergel. Ahora está así de triste porque la pareja que le daba vida murió por covid. Los balcones muertos son cicatrices visibles de la pandemia. Recuerdo de tantas personas queridas que se fueron. A veces cuesta creerlo.»

Una historia de barrio

El reportero dio con esta historia gracias una vecina. Petra tiene 90 años y el pasado viernes no pudo salir de su casa porque el ascensor se estropeó. José Antonio bajó a por el correo y se la encontró en la escalera.

Petra fue la portera del edificio durante décadas y es una fuente inagotable de historias y anécdotas. Ella fue la que le contó que la  pareja de ancianos dueña del balcón había fallecido a causa de la pandemia.

Entonces José Antonio recordó que hacía unas semanas  vio llegar a ese portal a un grupo de sanitarios. Hasta ese momento no había establecido la relación entre ese hecho y el balcón dejado de la mano de dios.

Ahora las piezas del puzle encajaban y todo tenía una explicación.

En este barrio de Madrid residen muchas personas mayores. Muchas han tenido que pasar el confinamiento sin poder salir a la casa y sin ayuda.

Son vecinos concienciados que aplauden todos los días a las ocho y que saben mejor que la mayoría de la gravedad de la situación.

Gracias a gente como Petra conocemos las historias que hay detrás de un balcón desolado.

Las historias de los muertos del maldito covid-19.