Sanitarios trasladando a un paciente con covid

Muere de COVID una mujer de 45 años que no se vacunó por miedo a los efectos secundarios

La víctima se contagió con la variante Delta y deja atrás a sus dos hijos

Tricia Jones era una mujer de 45 años que no se vacunó por miedo a los efectos secundarios. Recientemente falleció ingresada en el hospital tras haberse contagiado de la variante Delta. La noticia ha conmocionado a Grain Valley, en Missouri, Estados Unidos, porque deja a dos niños huérfanos.

En Estados Unidos, la campaña de vacunación se ha visto ralentizada debido a un amplio porcentaje de población reticente a ponérsela. Las autoridades americanas, como ocurre en España, no obligan a la población a ser vacunada. Es más, algunos políticos reniegan de las medicinas y animan a sus seguidores a hacer lo mismo. 

Esto ha provocado que las autoridades hayan puesto en marcha campañas pro-vacunación, como sorteos y concursos. Las personas vacunadas entran en un sorteo y pueden llevarse suculentos premios. Pero aun así, no todo el mundo está dispuesto a ponerse las vacunas. 

Tricia fue una de esas personas que le tenía auténtico "pánico" a los efectos secundarios de las vacunas. Estaba especialmente aterrada de los posibles trombos o coágulos que provocan algunos sueros como Janssen o AstraZeneca. Por eso mismo, decidió no vacunarse a pesar de la insistencia de su familia. 

Su familia le pidió que se vacunase

Deborah, su madre, no dudó en vacunarse para mostrarle a su hija que era seguro, aunque sufrió algunos síntomas. Pero eso no fue suficiente y Tricia se mantuvo en su postura. 

"Ella no quería hacerlo. No pude convencerla", asegura su madre en declaraciones a FOX4. Con el avance de la variante Delta, más contagiosa, también en Estados Unidos, Tricia acabó infectándose de COVID. 

Una vez enferma e ingresada en el hospital, Tricia recapacitó sin saber que ya sería demasiado tarde para ella. "Mamá, tenías razón sobre la vacuna, sobre las mascarillas", le dijo a su madre. 

Lo cierto es que el primero en contagiarse del virus fue uno de los hijos de Tricia. Según el Daily Mail, se infectó con la variante Delta y a los pocos días acabó contagiando a su madre y a su padre, Keith. 

Tricia empeoró rápidamente su estado y acabó necesitando ayuda sanitaria, siendo ingresada en el hospital. Una vez allí, los médicos no consiguieron estabilizarla y terminó falleciendo el pasado 9 de junio. 

Deborah está destrozada por la noticia, pero ha querido declarar ante los medios para dar a conocer la situación. Cree que hay una gran parte de población que no quiere vacunarse por miedo, pero admite en que las consecuencias acaban siendo peores.

La madre de la víctima insiste en pedir a la gente que se vacune para que nadie más tenga que pasar por lo mismo. "Por favor, tomaos esto en serio. No quieres ver a un familiar al que amas pasar por esto", explicó en televisión. 

Estados Unidos, un país dividido por la vacuna

España superó recientemente a Estados Unidos en porcentaje de población vacunada con dos dosis. Y eso a pesar de que el país norteamericano empezó a vacunar mucho antes que Europa. 

La causa está en que en nuestro país el porcentaje que rechaza la vacuna es ínfimo. En algunas comunidades autónomas ni siquiera llega al 1 %. En Estados Unidos, en cambio, hay una corriente mucho más amplia de "negacionistas" y "antivacunas". 

Esto ha provocado que la campaña de vacunación se haya ralentizado allí al mismo tiempo que suben los casos. La variante Delta ya ha hecho acto de presencia y en la última semana se han duplicado los positivos. 

Los datos hablan por sí solos y el 99 % de fallecidos por COVID en EE. UU. en las últimas semanas no estaba vacunado. El resto de enfermos, especialmente los vacunados, pasaron la enfermedad y lograron sobrevivir.

A pesar de la evidencia, las autoridades no consiguen convencer a la población de que se vacune. Ni siquiera premiando a los que sí aceptan el suelo con sorteos y premios. 

El país se puso el objetivo de alcanzar el 70 % de población inoculada el 4 de julio, pero no lo han conseguido. Ahora, los expertos alertan que la nueva ola de COVID seguirá creciendo hasta finales de septiembre si no se sigue vacunando. Y exigen al Gobierno americano que vacune a la población antes del otoño, porque entonces los casos se dispararán.