La tragedia golpeó con fuerza la semana pasada a la localidad valenciana de Sagunto. El jueves se conoció el fallecimiento de una segunda fallera en apenas cinco días.
Se trataba de Julia Villar López, que murió a los 37 años víctima de un cáncer de mama. Había sido fallera mayor infantil de 1996 y había repetido en 2004 en edad adulta en la Falla El Mocaor de Sagunto.
Fue una semana un tanto atípica, teñida por la desgracia, ya que apenas unos días antes se dio a conocer la muerte de Candela Noverques. Falleció de manera repentina a los 24 años y también había sido fallera mayor.
Julia y su familia habían estado siempre muy implicados con esta celebración, pero desde hace unos años habían optado por apartarse. Es posible que los problemas de salud la obligaran a retirarse antes de tiempo.
Era madre de un niño de 3 años y estaba muy centrada en su carrera profesional. Se había licenciado en Farmacia en la Universidad de Valencia y ahora trabajaba en el Instituto de Investigación Sanitaria de La Fe.
El viernes estaba previsto que las fallas del Camp de Morvedre celebraran los premios conseguidos en el concurso de llibrets falleros. Sin embargo, a consecuencia de la muerte de Julia decidieron posponerlo. La joven fallera había sido componente de la comisión hasta hace una década.
Su funeral tuvo lugar el viernes en la iglesia de Santa María de Sagunto. Fue el mismo sitio que se eligió para despedir a Candela Noverques.
Los actos falleros previstos para el sábado se mantuvieron, aunque en el recuerdo siempre estuvo la joven de 37 años. Como señal de duelo decidieron colocar crespones negros en los estandartes y convocaron un minuto de silencio.
Pérdida de una fallera mayor infantil en 2006
Más sorprendente fue el caso de Candela, que perdía la vida con apenas 24 años a comienzos de semana. Su muerte prematura y repentina conmocionaba al mundo de las fallas en Sagunto. Había sido fallera mayor infantil en 2006.
A través de una publicación en redes sociales, su madre, Rosario, quiso recordarla de una manera muy cariñosa. "Le ha fallado el corazón, creo que lo tenía demasiado grande de tanto darse a los demás. Amar sin medida e incondicionalmente", apuntaba.
Explicaba que la joven era "generosa en afectos como nadie y, por eso, por donde ha pasado ha hecho amigos y ha sido inmensamente feliz". Fueron unas palabras muy emotivas, que definían a la perfección a la chica.
En la actualidad se encontraba residiendo en Madrid por motivos laborales. Trabajaba en una agencia de comunicación, donde realizaba reportajes de moda, diseño y estilo.
Una de las personas que mejor la conocía era Davinia Bono. Compartió con ella reinado como fallera mayor en 2006. "Nos conocimos poco antes de ser elegidas y, desde entonces, hemos sido familia", señala.
Consideraba a Candela "una hermana. Recuerdo que cuando llegó al cargo era muy pequeñita, solo 8 años". Sin embargo, nunca se asustó y encaró la situación con mucha valentía.
"Tenía un desparpajo y una espontaneidad increíbles, se hacía querer enseguida", asegura. No consigue olvidarse de una bonita anécdota que protagoniza la fallera mayor fallecida.
"Siempre me cogía de la mano, algo que en aquel momento no era habitual. Ese gesto tan bonito se convirtió en un símbolo de nuestro reinado" cuenta emocionada a Las Provincias. Todo aquello "forjó una amistad maravillosa que seguía hasta hoy".
La definía como una joven "espontánea, valiente, atrevida, mi mejor casualidad, como siempre la llamaba". Su hueco será difícil de reemplazar. "Nos deja el corazón roto", dice la que fuera fallera mayor con ella.
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