Montaje con fotos del niño y la grabación

'Nadie me quiere': el grito de un niño de 6 años antes de morir en su propia casa

Fue sometido a tortura infantil por parte de sus padres y recibió un fuerte golpe en la cabeza

Envenenado con sal, privado de comer y obligado a estar de pie durante 14 horas. Este es el calvario que tuvo que sufrir Arthur, un niño de solo 6 años, antes de morir en su casa de Solihull (Inglaterra). Su padre Thomas y su madrastra Emma están acusados del crimen que estos días se juzga en un tribunal.

Ha sido precisamente en el juicio donde se ha podido escuchar la estremecedora grabación del niño horas antes de morir. “Nadie me quiere”, grita Arthur a llanto vivo. En otro vídeo se le ve con el edredón y la almohada después de ser obligado a dormir en el comedor por quinto día consecutivo.

Foto del niño fallecido
Arthur murió con seis años después de sufrir tortura infantil | Cedida

Según los forenses, Arthur murió de una lesión cerebral después de ser sometido a “tortura infantil” y de recibir un golpe en la cabeza “con una superficie dura”. Su padre, Thomas Hugues (29 años), y su madrastra, Emma Tustin (32 años), se sientan en el banquillo de los acusados. Ellos niegan cualquier implicación en la muerte del niño.

'Nadie me quiere, nadie me alimenta'

Sin embargo, en las grabaciones que ha podido escuchar el tribunal se escuchan los gritos del niño diciendo “nadie me quiere” y “nadie me alimenta”. El tío del niño afirma que el niño rompió a llorar cuando su madrastra lo empujó contra una pared y le llamó feo. Emma está acusada de propinarle el golpe mortal en la cabeza.

“Dijo que su madre no lo quería y que lo había abandonado, luego rompió a llorar diciendo que nadie lo amaba”, relató su tío. Además, existen unos inquietantes menajes de móvil. Emma le enviaba a Thomas audios del niño llorando cada vez que salía de casa, y este le respondía: “Cava la tumba de Arthur”.

Otro mensaje de texto que pone los pelos de punta también lo escribió Thomas: “Le voy a arrancar la maldita mandíbula de los hombros”. El padre ha admitido durante el juicio que utilizaba “puntos de presión en el cuello para disciplinarlo”. Dice que lo hacía inspirado en las técnicas de la policía estadounidense.

Blanco de sus burlas y abusos

Los padres de Arthur niegan haberlo matado, pero todas las pruebas apuntan hacia ellos. Según el fiscal, la pareja abusó física y verbalmente del niño de forma sistemática. Su objetivo no era otra, afirma, que provocarle “daño y sufrimiento significativos”.  

“Ninguno de los dos puede justificar lo más mínimo lo que hicieron”, añade, “era un niño indefenso que dependía por completo de ellos para su bienestar”. Según su relato, “Arthur se convirtió en el blanco de sus burlas, abusos y crueldad sistemática para causarle un sufrimiento físico y mental”. Además, ha atribuido al caso “razones incomprensibles”.

Fotos de padre, hijo y madrastra
Thomas y Emma están acusados de matar a su hijo Arthur | LND

El pequeño fue trasladado al Hospital de Niños de Birmingham, pero entró en muerte cerebral y fue desconectado el 17 de junio. Sus padres fueron inmediatamente arrestados. En su historial policial ya constaban antecedentes por malos tratos al menor.

Ya había evidencias de malos tratos

¿Por qué se ignoraron las evidencias de malos tratos que sufría el menor? Esta es otra de las cuestiones que tendrá que resolver el juicio por el crimen de Arthur Labinjo-Hughes. Una imagen del niño dos meses antes de morir muestra un enorme moretón en su espalda.

Montajes con fotos del niño fallecido
Las lesiones que padecía Arthur y que fueron ignoradas | LND

La foto fue tomada por la abuela del menor en un intento desesperado de convencer a las autoridades de que estaba en peligro. La mujer, que también ha declarado en el juicio, asegura que llamó a los servicios sociales y mostró la foto como prueba. “Cuando lo vieron dijeron que se trataba de un juego entre niños”.

Uno de esos trabajadores sociales fue llamado como testigo, y reconoció haber visto marcas en el cuerpo de Arthur durante una visita. Al ver la imagen que se le ha mostrado durante el juicio, se ha venido abajo y ha reconocido que se equivocó al valorar la gravedad.

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