Anna y Olivia y una foto de su madre Beatriz Zimmermann

Nuevo mazazo para la madre de Anna y Olivia: 'Va a tardar aún'

En los informes toxicológicos está la clave para saber cómo murió la pequeña Olivia

Un mes después de hallar el cuerpo sin vida de Olivia, una de las hijas de Beatriz Zimmermann, llega un nuevo mazazo para la exmujer de Tomás Gimeno. Los informes toxicológicos "van a tardar", según ha comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Tras realizarse dichos análisis, se determinará la causa concreta de la muerte de la hija mayor de Beatriz.

La autopsia previa hecha al cadáver de la pequeña verifica que murió debido a un edema agudo de pulmón, según fuentes del TSJC.

A día de hoy, queda por conocer los resultados de los análisis toxicológicos, biológicos e histopatológicos realizados a la menor. Sabiendo estos extremos, se conocerá si antes de asfixiarlas, como sostiene la investigación, Tomás Gimeno las durmió con pastillas. Por tanto, se sabría si sufrió algún tipo de violencia física o fue asfixiada.

A Olivia y Anna se les perdió la pista junto a su padre el pasado 27 de abril. Desde entonces, la madre de las niñas de Tenerife ha publicado algunos mensajes en Instagram agradeciendo el apoyo que le ha mostrado la gente.

"Cuando creamos estas redes sociales nunca imaginamos el cariño y apoyo que iban a tener. A pesar de lo duros que han sido estos meses, fue gracias al amor de todos ustedes por el que Beatriz ha seguido adelante", confesaba.

"Se ha hecho bastante más de lo que se podía hacer"

Actualmente, la principal teoría de lo que sucedió fue que Tomás lastró al fondo del mar a sus hijas y luego se lanzó al agua. El buque oceanográfico Ángeles Alvariño peinó un área de 250 kilómetros cuadrados de superficie hasta 2000 metros de profundidad. Además, se grabaron 392 horas del trabajo del robot Liropus 2000.

Juan Ortega Machín, exjefe del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, habló en la COPE sobre el final de la búsqueda. "Ya estaban en situación precaria por las horas de trabajo de la maquinaria, por eso, la jueza habrá visto que no había posibilidades de seguir".

"Se ha hecho bastante más de lo que se podía hacer, las expectativas se han superado claramente. Desde el punto de vista técnico, se han conseguido cosas con las que no se contaba, ya que el terreno volcánico no ayuda nada. Han trabajado bien y han preservado el material, aunque ha habido riesgo serio de perderlo", explicó.

"Fue una suerte encontrar a Olivia porque la bolsa estaba lastrada con el ancla, pero él no se metió en una bolsa. Tomás Gimeno se tiró con el cinturón de plomos al mar y quedó expuesto a todo. A la degradación natural que se produce por la muerte y a la acción de la fauna, que va a eliminar los restos, con lo cual es más difícil hallar algo".

"Si encima cayó en zona de fango, con sedimentación, todo esto hace que quede oculto. Sin duda, ya estaríamos hablando de un esqueleto", sentenció.

El caso podría alargarse hasta 20 años

Con todo, el caso del asesinato de Anna y Olivia podría durar hasta 20 años si no aparece el cuerpo del padre de las niñas, apuntan fuentes judiciales. Un delito de asesinato prescribe a los 20 años en el supuesto de que la pena que se le imponga o pida para un acusado sea de 15 años o más. El juez puede ejecutar el archivo provisional del caso mientras no haya noticias nuevas y si las hubiese, podría reabrirlo.

A su vez, para que a una persona desaparecida se la declare fallecida de forma oficial deben pasar diez años desde que se tuvieran noticias de ella. Hay que señalar que la declaración de fallecimiento de una persona desaparecida tiene sus consecuencias en la sucesión de bienes.