Logo EspanaDiario.tips
Logo EspanaDiario.tips
Logo Messenger Espanadiario.tips
Logo whatsapp
Unas bragas rosas colgadas con pinzas sobre una mesa de madera

Pagan hasta 700 euros por vender tus bragas usadas en España

La venta de ropa interior usada ya ha triunfado en Japón

En los últimos años ha proliferado en España un tipo de negocio muy curioso y muy rentable. Cada vez son más las mujeres que se animan a vender sus bragas usadas a compradores que tienen estas prendas como fetiche.

Se trata de un fenómeno muy extendido en Japón que ha llegado a nuestro país de la mano de usuarias anónimas y páginas web que sirven de escaparate. Aunque también hay personajes famosos que se han atrevido a probar.

Es el caso de la exconcursante de Supervivientes, Lola Mencía, que durante su paso por el reality confesó haber vendido su ropa interior usada antes de saltar a la fama. También el caso de la extronista Steisy, que esta misma semana utilizaba su canal de Mtmad para anunciar su intención de sacar partido a sus bragas usadas.

"Si vendo una a la semana por 500€ me sacaría 2 000€ al mes. Es el negocio del futuro, me voy a forrar", decía la joven tras mostrar a sus seguidores algunas de sus prendas favoritas. "Esto es pura calidad", añadía.

La venta de bragas usadas por internet aterriza en España tras triunfar en Japón

El negocio de las bragas usadas en nuestro país está en auge gracias a la existencia de plataformas que sirven para conectar, de forma anónima, a vendedoras y compradores.

Secret Panties es una web española fundada por Katia Elhert tras volver de un viaje a Japón, donde es un fenómeno muy potente que cuenta con miles de adeptos. La emprendedora pensó que la idea podría funcionar también en Europa, aunque jamás creyó que podría triunfar de esta manera.

"Empezamos a hacer la web un poco en plan broma con unas 20 chicas que vendían su ropa interior usada. Enseguida empezó a incorporarse más y más gente. Comenzamos como hobby, a ver qué pasaba, y se nos ha ido de las manos", explica Katia en una entrevista concedida a la revista Yasss.

El requisito imprescindible para entrar en el negocio es que la braga haya sido utilizada por la vendedora y sea enviada sin lavar. Los fluidos y olores deben permanecer impregnados en la prenda para que esta tenga valor. Partiendo de esta premisa, existen muchos factores que influyen en la decisión de compra, así como en el precio del producto en cuestión.

Ropa interior de mujer colgada con pinzas
La ropa interior se vende a buen precio en algunas webs | Getty Images

Hasta 700 euros por vender bragas usadas: factores que influyen en el precio

Según ha señalado la experta en venta de ropa interior, las vendedoras de su página web pueden ganar hasta 700 euros al mes por sus bragas usadas. Una ganancia que varía en función del precio que tenga cada prenda y el éxito que tenga dicha usuaria entre los compradores.

"El dinero que gana cada una depende un poco de cómo es de proactiva, de cómo hace las fotografías y cómo usa el chat. Las usuarias que enseñan la prenda puesta venden mucho más que quienes las ponen como si estuviesen en un mostrador", explica la fundadora de Secret Panties.

Además, los colores, los tipos de tejidos (algodón, encaje, lino...), el modelo de braga (tanga, culotte, brasileña...) y el grado de suciedad son factores a tener en cuenta. 

Todo depende de los gustos del comprador

"Las braguitas son el tipo de prenda más demandada de la web. Hay de todo, algunos la quieren mega sucias y otros las quieren súper impecables. De todas formas en el chat es donde el cliente le dice a la vendedora cómo le gustaría que estuviera la prenda y entre ellos lo acuerdan", cuenta Katia Elhert.

Aunque se trata de un negocio donde las vendedoras son principalmente mujeres y los compradores, en su mayoría hombres fetichistas, se trata de una tendencia que está empezando a cambiar.

"Tenemos pensado que los chicos también puedan vender sus calzoncillos usados a través de nuestra web. Hemos detectado que hay mucha demanda. Las cosas han cambiado muchísimo desde que empezamos hace ya dos años", asegura Elhert a la revista Yasss.