Buque Ángeles Alvariño con la foto de Tomás Gimeno

'Han pasado 200 veces por encima de Tomás Gimeno y no lo han visto'

Luis Avial, experto en georradar, confiesa que es un milagro que se hallase a la pequeña Olivia

La búsqueda de Tomás Gimeno y su hija Anna ha tenido en vilo a toda España. Aunque los trabajos de búsqueda se alargaron durante más de dos meses, el Ángeles Alvariño no dio más de sí y según los expertos, llegar a encontrarles era una misión utópica.

Al igual que la Guardia Civil, el experto en georradar Luis Avial opina que "es imposible encontrar el cuerpo de Tomás Gimeno. No se puede hacer nada", ha explicado en La Razón.

Para el experto consultado "ha sido un milagro que se encontrara el cuerpo de Olivia, la pena es que Anna se saliera de la bolsa antes de llegar al fondo". Actualmente, "no tiene sentido seguir buscando", confiesa.

El presupuesto necesario para reiniciar la búsqueda de Tomás Gimeno y su hija Anna

El porqué de no seguir buscando tiene un solo motivo, y no es otro que saber a ciencia cierta que nunca aparecerán los cuerpos de Tomás y Anna. "Se podría intentar contratar una empresa busca tesoros privada noruega o norteamericana, cuyo coste sería inasumible porque sus servicios rondarían los 20.000 euros diarios. ¿Quién lo pagaría?", se ha preguntado Avial.

"Hasta ahora, los costes los ha asumido el Estado, como pasó en el caso de José Bretón. Pero no pueden reclamarle a nadie el pago porque Tomás está muerto. En el caso de Bretón tampoco pudo recuperarlo porque el padre de Ruth y José se declaró insolvente", ha recordado en la citada entrevista.

Más allá del tema económico, hay otro motivo para desistir en la búsqueda de los cuerpos. Según el testimonio de Avial, un ancla es más fácil de encontrar que un ser humano. "Los pesos son tan pequeños que pueden ser confundidos con un pez grande o un delfín, por ejemplo".

Además, "con tan poco lastre, tengo mis dudas de que el cuerpo hubiera llegado al fondo. Pero si así hubiera sido, con los gases provocados por la descomposición del cuerpo, se habría elevado y movido del sitio original. Habría quedado a dos aguas, sin llegar a la superficie y si hubiera llegado a arriba habría aparecido ya", explica.

También considera que habría sido temporal esa subida a la superficie. "Al desaparecer los gases habría vuelto a hundirse, estaría a merced de las corrientes y a 30 kilómetros o a 80 en dirección a América. Solo un barco pesquero lo podría haber visto de casualidad si hubiera llegado a la superficie".

El experto en georradar tiene claro que "el barco ha pasado por encima de su cuerpo 200 veces, porque rastreó toda la zona. Si estaba a dos aguas era imposible detectarle. La señal podía haberle confundido con cualquier otra cosa", desvelaba.

"Lo que se habló de que había huido a Haití es imposible, y la Guardia Civil lo sabía"

El entrevistado no duda de lo que le ha podido ocurrir al tinerfeño y descarta una teoría de la que se habló en su momento.

"Todo eso de que había huido en un barco a Haití es imposible, y la Guardia Civil lo sabía. Ninguno de los sistemas de vigilancia marítimo ni los de telefonía detectaron ninguna embarcación cerca de la de Gimeno en ninguno de sus recorridos durante su estancia en el mar. Está descartado al cien por cien que escapara".

A su vez, se pregunta lo siguiente: "¿Quién va a ayudar a alguien a escapar por 50.000 euros?, ¿cómo va a rehacer su vida sin dinero?"

"¿Cómo iba a pagar una operación de cirugía estética para cambiar de aspecto y no ser descubierto? Eso solo está al alcance de gente como Pablo Escobar", sentencia.

Finalmente, Avial considera que había una forma de aproximarse más a la zona donde se encuentra el cuerpo de Tomás. "Al principio, deberían haber lanzado un cerdo de su peso y con el mismo lastre, atado con un hilo de nylon y una sonobolla".

"Así, en 15 o 20 días habrían podido comprobar si llegó a descender hasta el fondo o si quedó a merced de alguna corriente. Así habrían podido delimitar más la búsqueda y podría haber ayudado", concluye su exposición en La Razón.