Una pareja cogida de la mano en la playa al atardecer

La pregunta del millón ya tiene respuesta: qué rasgos tiene el infiel español

Un portal de citas publica un estudio sobre la infidelidad en las relaciones amorosas de la población española

La infidelidad  es una situación experimentada por la mayoría de seres humanos. Las conjeturas sobre la promiscuidad de la pareja se esconden detrás de cualquier relación amorosa.

Una de las situaciones más complicadas que puede vivir una persona es verse envuelta en un asunto de infidelidad, sobre todo si se trata de la parte engañada.
Según ha publicado la plataforma de citas Ashley Madison, hay datos que señalan quién se encuentra detrás de la promiscuidad en las parejas.
 

El primero de los factores que resalta la página de contactos es que solamente la mitad de los encuestados están casados. Del 50 % restante, un 24 % mantiene una relación de larga duración, el 21 % son solteros y un 4 % mantiene un acuerdo abierto con su pareja.

De esta muestra, el 36 % ha mantenido su enlace durante un periodo superior a 20 años. Esta cifra sitúa el promedio total en unos 15,5 años de duración.

Infidelidad según el signo del zodiaco

En la recopilación de consultas también se incluye la influencia de algunos signos zodiacales. Los resultados que publica la página web sitúan a Cáncer como el signo más infiel. Por ello, se atreve a aventurar que los nacidos entre el 22 de junio y el 25 de julio son los más propensos a ser promiscuos en el plano amoroso.

En las siguientes posiciones se encuentran Escorpio, Libra y Piscis. Esta lista en concreto está dirigida a los residentes en España, por lo que la siguiente cuestión a plantear ha sido la ocupación.

Entre los grupos entre los que proliferan en mayor abundancia las infidelidades se encuentran funcionarios, ingenieros, jefes de ventas o abogados.

Los que menos promiscuos son, en este sentido, son los científicos, psicólogos, policías y médicos; así lo refleja el documento. Otra de las incógnitas es el salario mensual de estos individuos. El 32% de los que respondieron aseguran que su sueldo oscila entre los 30.000 y los 50.000 euros.

En relación con los datos del INE que reflejan el salario bruto medio en España, situado en 24.000 euros, dos tercios de los usuarios de Ashley Madison superan esta cuantía. De hecho, de este mismo grupo, el 96% de los encuestados afirma disponer de vehículo propio.

La duración media de las aventuras extra pareja es de siete meses. Si la cuestión es el número de implicados, o de individuos con los que se comete esta infidelidad, las mujeres suman 1,5 amantes a la vez, mientras que los hombres cifran 1,1.

La era del amor digital

Lo que es una evidencia es que la proliferación de estas páginas de contactos no deja de extenderse. Ya seaTinder, OkCupid, Ashley Madison o Meetic, las posibilidades para buscar una relación o una aventura están al alcance de cualquier smartphone.

Algunas de las conclusiones más llamativas que refleja el estudio es que, a raíz de su infidelidad, la relación con su pareja mejoró. Cabe exponer que los que afirmaron estas conclusiones contaban con el consentimiento de su pareja actual. En esta línea, el portal de citas asegura que "no es ilusorio pensar que veamos muchas más relaciones abiertas felices en un futuro cercano".

Así lo han demostrado numerosos estudios sobre sexualidad, aquellos que terminan con alguna frase de Bauman sobre el amor líquido y la responsabilidad afectiva. Cada día resulta más complicado la concepción del amor romántico como construcción con base en la familia, sobre todo porque ha cambiado, en muchos aspectos a mejor.

La razón antropológica que estima la sensación de pertenencia a otro individuo se encuentra arraigada en la posesión de condición animal del humano. De la dominación de un ser vivo con genitales masculinos a otro con femeninos. Lo más preocupante no es lo arraigada que se encuentra en la convención social esta estructura, sino lo poco mutable que se antoja.

Es por ello que resulta curioso la crítica en la mayoría de los casos contra los infieles, cuando de la misma forma es recurrente enaltecer comportamientos promiscuos como síntoma de poder. "Ese te quiere bien que te hace llorar", como escribía una obra de otra época, para relaciones de otro tiempo.