Nadia Calviño a la sala de premsa de la Moncloa el 31 de març de 2019.

¿Qué pierde España con el fracaso de Nadia Calviño en Europa?

Nadia Calviño en la sala de prensa de la Moncloa el 31 de marzo de 2019.
Nadia Calviño | Europa Press

No ha podido ser. Nadia Calviño no ha podido ganar la presidencia del Eurogrupo. Ayer se conocieron los resultados de la votación que enfrentaba a Calviño con Paschal Donohoe y Pierre Gramegna. 

Oportunidad perdida para España

Calviño era favorita y tenía el apoyo de las tres mayores economías de Europa, Alemania, Francia e Italia. Pero ha sido superada por su colega irlandés Paschal Donohoe que asumirá el puesto el próximo lunes 13 de julio. Será presidente durante los siguientes dos años y medio.

España formalizó la candidatura de Calviño el pasado 25 de junio. Dentro del ejecutivo de Pedro Sánchez representa la línea más moderada en materia de consolidación presupuestaria y estabilidad macroeconómica.

En el Eurogrupo se reúnen los ministros europeos de economía para coordinar políticas y tomar decisiones conjuntas. Las tareas del Eurogrupo fueron recogidas en el Tratado de Lisboa. 

Se establece que en sus reuniones se dedicarán a examinar cuestiones vinculadas a las responsabilidades específicas que comparten en lo relativo a la moneda única.

Una institución clave para el futuro

El papel del Eurogrupo ha sido clave desde la crisis del 2008. Fue el sitio elegido para debatir las ayudas financiera a países miembros de la moneda única. Ahora con la crisis de la covid-19 y el "rescate" que necesitarán naciones como Italia o España vuelve a convertirlo en una institución clave.

Paschal Donohoe se encargará ahora de moderar dichas reuniones junto a sus dieciocho colegas. Estas cumbres cuentan con la presencia del vicepresidente de la Comisión Europea y del presidente del Banco Central Europeo.

En ocasiones también participa un alto representante del Fondo Monetario Internacional.

La presidencia del Eurogrupo tendrá que coordinar dos reuniones para definir las medidas anticrisis de la era post-covid. Estas cumbres se celebrarán el 11 de septiembre y el 5 de octubre. Definirán las líneas generales de los programas de "rescate". 

Marcarán la cuantía de esos "rescates" y decidirán en qué medida estarán sujetos a condicionalidad y a la adopción de reformas concretas como serían el plan de garantías de estabilidad presupuestaria y las contrapartidas exigidas a los países ayudados. 

Donohoe será el encargado de dirigir estas conversaciones y supervisará los documentos de trabajo. También coordinará el orden del día de las reuniones, la redacción de los acuerdos o la representación de los intereses económicos de Europa en las cumbres del G-7.