Inundaciones en España

En zona de riesgo: 5 millones de españoles podría perder también sus casas

El riesgo de inundación en España es muy elevado, llegando a afectar al 10% de la población

Durante las últimas semanas el volcán de Palma ha sepultado más de mil viviendas levantadas sobre sus laderas. Los fenómenos naturales provocan daños irreparables, dejando en ocasiones importantes consecuencias personales. En España se repiten con demasiada frecuencia los episodios de inundaciones.

Con la llegada del frío y de las precipitaciones se suceden todos los años las mismas escenas. Casas destruidas y el sueño de muchas personas ahogados por el agua. Se trata de la interminable batalla del ser humano contra la naturaleza, en donde esta última trata de recuperar el espacio perdido.

Se estima que en España hay en torno a 5 millones de personas que residen en tierras inundables. Así lo asegura el presidente del Colegio Oficial de Geólogos, Manuel Regueiro, a ABC. Esto supone un 10% de la población.

Pero lejos de asustarse por la situación, hay una tendencia a seguir construyendo en estos lugares. En la web del Ministerio para la Transición Ecológica hay disponibles mapas con esta información. En ellos especifican la extensión que sería capaz de arrasar el agua y las personas que podrían verse afectadas.

Hay que aclarar que las inundaciones que están provocando más daños en nuestro país no son fluviales ni marinas. Son aquellas provocadas de manera repentina a causa de episodios de lluvia muy intensos en muy poco tiempo. Es lo que suelen originar por ejemplo las conocidas Danas.

Existe la percepción de que siempre pueden tener más riesgo las viviendas más próximas a los ríos y a la costa. Pero no siempre es así. Hay otros motivos que pueden acabar con zonas anegadas.

Por lo general, muchas de las riadas originadas por estos fenómenos naturales ocurren en zonas urbanizadas. Se tratan de calles asfaltadas, en donde el sistema de alcantarillado no tiene la suficiente capacidad para soportar tanta cantidad de agua. También disponen de zonas verdes o tierra para absorber las lluvias.

Regueiro sostiene que las administraciones no le conceden gran trascendencia a esto. "Si llevas un mapa de riesgo bien hecho a un ayuntamiento, no quiere verlo porque le fastidia los planes", asegura. Esto es así porque le "reduce el espacio para construir".

Esta pasividad también se extiende a las comunidades autónomas, que tampoco cumplen con su función de supervisión. El presidente del Colegio de Geólogos cree que el "problema es que en España no se planifica el desarrollo. Las casas se construyen en llanuras fluviales o en laderas volcánicas".

De ahí que proponga la puesta en marcha de un Observatorio que obligue a cumplir la normativa antes de que se levante cualquier construcción. Y es cada año estas inundaciones provocan daños en el país por valor de 800 millones, según las cifras que maneja el Consorcio de Seguros.

Los geólogos apuestan por corregir las deficiencias del pasado y devolver a la naturaleza los terrenos que le pertenece. Sería la única manera de evitar las continuas reconstrucciones que se hacen anualmente a consecuencia de las riadas.

Las inundaciones pueden evitarse

Sin embargo, se trata de una propuesta bastante complicada, ya que implicaría poner en funcionamiento un plan muy complejo. Llevaría a las administraciones a expropiar viviendas levantadas en zonas de riesgo por inundación y a indemnizarles.

Insiste que a la "naturaleza no se le puede echar un pulso. Al planeta Tierra le importa muy poco el ser humano". Asume con resignación ciertas imágenes que se producen cada cierto tiempo, como los paseos marítimos destrozados por los temporales.

Una vez que son arrasados, "lo vuelven a construir y eso cuesta millones. Lo que debían realizar es desurbanizar", aclara. En su opinión, "somos nosotros los que nos ponemos en su camino, no es la Tierra la que nos agrede".

Regueiro recuerda que es preciso invertir en medidas que contribuyan a reducir los daños originados por las inundaciones. Aunque resulte costoso, cree que debe apostarse por la construcción de pozos de tormentas, presas de laminación de avenidas y canalizaciones.