Victoria Pardo

Ya son 20 días sin saber nada de la deportista Victoria Pardo

Estaba haciendo kitesurf cuando le cayó la vela encima y se hundió en el mar desapareciendo sin rastro

Victoria Pardo, joven kitesurfista uruguaya, desapareció el pasado 26 de junio en la región argentina de San Clemente del Tuyú. Había acudido con dos amigas para practicar su deporte favorito. Quería aprovechar las condiciones de viento de la zona, pero algo se torció.

Victoria era una gran aficionada a este deporte consistente en deslizarse por el agua con la ayuda de una cometa. Ella y sus amigas se disponían a disfrutar de una apasionante sesión de surf. Por razones que se desconocen, empezó a hundirse y le perdieron la pista.

La única cosa que se sabe es que a Victoria le cayó la vela encima y se hundió en el agua. Hay una investigación en marcha para esclarecer los hechos y ayudar a encontrarla. La angustia crece cada día que pasa, y ya van 20 jornadas sin saber nada de ella.

Tras perder a la joven de vista, sus acompañantes dieron la voz de alarma a los servicios de emergencia. Estos pusieron en marcha una búsqueda por tierra, mar y aire. Pero por ahora no han tenido éxito, y la joven kitesurfista sigue en paradero desconocido.

La búsqueda no se ha detenido durante todo este tiempo, a excepción de alguna pausa por las malas condiciones meteorológicas. Existe un dispositivo de búsqueda de los servicios públicos. Pero también un operativo formado por voluntarios, amigos y familiares. 

Con el paso de los días, los medios con los que cuentan se han reducido mucho y los ánimos han ido decayendo. Sin recursos y sin fuerzas, las posibilidades de encontrar a la deportista con vida se reducen. Aunque siempre queda un lugar para la esperanza.

La emotiva carta de la familia de la desaparecida

Una de las amigas de Victoria ha escrito una emotiva carta que expresa el sentir de sus allegados. Está dirigida a los Bomberos Voluntarios de San Clemente del Tuyú. Quieren agradecer el incansable esfuerzo que han hecho durante 20 largas jornadas.

“Perdón que me haya tomado unos días para escribirles este mensaje, pero fueron días muy intensos”. Así empieza esta desgarradora misiva dirigida a los profesionales. Se describe como la “amiga de Vicky” que activó la búsqueda privada para encontrarla.

“Con todo el amor del mundo, sus padres quieren agradecerles la voluntad que están teniendo con su dulce Vicky”, escribe. Son conscientes que “pasan los días y cada vez es más difícil encontrarla”, pero les agradecen “porque sabemos que ustedes lo dejaron todo”.

La carta agradece una vez más “tanta entrega” y pone en valor el “seguir día a día con todo lo maravilloso que es ser bombero”. Concluye con unas emotivas palabras: “Son seres grandiosos que nunca olvidaremos ni los papás ni los amigos de Vicky”.

Una falsa información y un desmentido

Las labores de búsqueda de la joven Victoria Pardo seguirán durante unos días más, por parte de unos pocos voluntarios. El operativo del servicio público llega a su fin, con la certeza de que cada vez es más difícil recuperar el cuerpo de la kitesurfista.

El dispositivo ha contado con un helicóptero y una moto de agua, además de efectivos de fierra de la Defensa Civil. Los encargados de la búsqueda recorrieron la costa de la Bahía de Samborombón. Un día y otro, el rastreo acaba sin resultados exitosos.

Los familiares de Victoria recaudaron fondos para pagar las horas de combustible de los medios aéreos. Así consiguieron que siguieran buscando unos días más. Poco después, los medios locales publicaron que las tareas de rastreo habían dado sus primeros frutos.

Según una información, habían encontrado el cuerpo de la deportista en el fondo del mar sin vida. Llevaba un neopreno negro, capucha, chalecos salvavidas y un kite de 5 metros azul turquesa. Pero la noticia acabó siendo desmentida por las autoridades.

La noticia causó una gran angustia en amigos y familiares, pero finalmente, acabó siendo un bulo. Las autoridades informaron que la búsqueda de la joven continuaba. A fecha de hoy aún no ha aparecido y cada vez hay menos esperanzas.