Imagen del sol captada por el observatorio de la NASA

La tormenta que acabará con todo lo que conoces: 'consecuencias impredecibles'

Una tormenta solar podría acabar con la humanidad y poner en evidencia la vulnerabilidad de esta ante fenómenos espaciales

Una tormenta solar de gran magnitud podría ser el principal detonante del final de la humanidad tal y como la conocemos. 

Los fenómenos astrológicos son a día de hoy uno de los grandes misterios sin resolver que tenemos como sociedad. Muchos profesionales de este campo científico dedican horas y horas a estudiar y observar el espacio con la finalidad de encontrar respuestas. 

La búsqueda de nuevos planetas o de vida inteligente ocupan los principales estudios de la materia, pero se tiende a descuidar lo que sucede en nuestro propio sistema. El Sol como estrella que es tiene una actividad de la que desconocemos las consecuencias que puede traer para nosotros. 

Un estudio reciente ha desvelado que una gran tormenta solar podría traer una serie de consecuencias catastróficas para la humanidad y podría abocarla a su extinción masiva. 

La tormenta solar que podría acabar con la humanidad

La raza humana es vulnerable a las condiciones climáticas que suceden en el planeta. En muchas ocasiones un desastre natural es la principal causa de desapariciones o fallecimientos masivos contra los que poco se puede hacer. 

Hemos sido testigos de los efectos que causan en diferentes puntos del mundo un huracán o un terremoto. Así como las consecuencias que traen consigo y el dilatado tiempo que se tarda en reconstruir todo aquello que se ha visto perjudicado. 

Sin duda alguna, estos riesgos se quedan pequeños comparados con otros acontecimientos que provienen de fuera de la atmósfera. La caída de pequeños cuerpos celestes o la radiación en algunos puntos geográficos causan una devastación mayor que cualquier actividad terrestre. 

Uno de los mayores riesgos que corremos es la exposición a una posible gran tormenta solar. Al igual que la proximidad a nuestra estrella nos proporciona las condiciones ideales para la vida también supone un riesgo en caso de actividad excesiva. 

Además, nos contamos con la protección necesaria ni con protocolos de defensa en caso de que este tipo de movimiento solar se produzca. Un estudio reciente ha puesto en relieve la situación actual en la que nos encontramos y alerta de una posible tempestad estelar antes del final de la actual década. 

Esta investigación ha sido publicada por la profesora universitaria Sangeetha Abdu Jyoth en la conferencia internacional de comunicaciones SIGCOMM 2021. En ella desvela las consecuencias que puede traer consigo este evento devastador y las repercusiones para la vida humana. 

La principal motivación que le llevó a realizar el estudio fue la vulnerabilidad de la humanidad ante la pandemia del covid. Comparó la falta de protocolos médicos con la falta de defensa que muestran las redes en caso de ser azotadas por una catástrofe solar. 

Afirma que las partículas emitidas por este fenómeno desestabilizaría los cables transoceánicos que conectan internet y provocando un colapso global. A pesar de la composición de los cables, los repetidores eléctricos no soportarían el estrés que les sometería una reacción solar geomagnética. 

En el estudio demuestra que los problemas de conexión y eléctricos tendrían consecuencias devastadoras que pondrían suponer el final de la vida actual. Aun así, se muestra esperanzador y considera que estos podrían ser recuperados en semanas. 

Lo llamativo del estudio de la profesora estadounidense es la predicción que realiza sobre este tipo de climatología estelar. Esta muestra una probabilidad mayor que el impacto de un cuerpo rocoso desde el espacio situándose las posibilidades de uno entre ocho. 

Los expertos en la materia afirman que, debido a la inestabilidad del astro, este evento podría tener lugar antes de que acaba esta década. Además, tomando como referencia otros acontecidos en siglos anteriores han confirmado una serie de consecuencias adicionales. 

Entre ellas destaca el colapso de las industrias, el transporte, la fabricación de los bienes necesarios y un largo etcétera que provoca pavor e incertidumbre. Todo ello pone en evidencia la vulnerabilidad de la humanidad y lo poco preparados que estamos antes una tormenta solar o cualquier evento estelar.