La infanta Cristina se encuentra cada vez más distante con su marido. El pasado 4 de octubre tuvo lugar su 24 aniversario de boda, y todo apuntaba a que lo celebrarían por todo lo alto. Sin embargo, en los últimos días solo se ha visto a Urdangarín acompañado por sus familiares más directos, de ella ni rastro.
El pasado febrero obtuvo el tercer grado penitenciario, dejando atrás su estancia en la prisión de Brieva. Allí estuvo encarcelado tres años. El exjugador de balonmano disfruta ahora de su libertad en la ciudad en la que nació, con los suyos. Trata de recuperar el tiempo perdido y lo hace alejado del foco mediático.
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El pasado fin de semana el marido de la infanta Cristina fue visto de paseo con su madre, con la que mantiene una estrecha relación. Se les vio agarrados del brazo y muy cercanos. Claire Liebaert fue su mayor apoyo durante el periodo que estuvo en el centro penitenciario.
También se le vio con una de sus hermanas, su cuñado y unos sobrinos. Urdangarín trata de llevar una vida sencilla, procurando pasar desapercibido. Permanece ajeno a todos los comentarios y rumores que circulan sobre su familia política.
El regreso del rey Juan Carlos a España tras más de un año en el exilio, no parece importarle en exceso. Las preocupaciones del cónyuge de Cristina son otras. Así se pudo comprobar durante el largo paseo en compañía de sus seres queridos.
Se les vio muy relajados, luciendo una indumentaria cómoda. En todo momento compartieron confidencias y trataron de ponerse al día con sus cosas. Algo muy habitual en cualquier familia.
Sin embargo, hubo una gran ausencia. La de la infanta Cristina, que cada vez se deja ver menos en compañía de Iñaki. Había mucho interés por ver su reencuentro, previsto en un primer momento para este fin de semana.
Algunos medios aseguraban que la intención era celebrar su aniversario de boda estos días. El 4 de octubre de 1997 fundo cuando contrajeron matrimonio en Barcelona. No se trata de un día más en su calendario, sino que es una fecha especial por otros motivos.
Cristina prefirió quedarse en su casa de Suiza
Por primera vez en cuatro años iban a poder estar juntos ese día. Con anterioridad, los problemas legales del exjugador de balonmano les impidieron hacer cualquier tipo de celebración. Pero Cristina optó por quedarse en su residencia de Ginebra.
La relación entre ellos se ha ido enfriando con el tiempo, sobre todo tras el paso de Iñaki por la cárcel. Además, ella ha comprobado como su respaldo a su marido le ha pasado factura en la Casa Real. Su hermano ha tratado de mantenerla alejada para que no se le vinculara con el deportista encarcelado.
En otras ocasiones Cristina había viajado desde Suiza a Vitoria para estar con su marido. Se recuerda un desplazamiento que hizo en la pasada Semana Santa, acompañada por uno de sus hijos. Aquel encuentro generó cierta polémica, ya que las autoridades europeas solicitaron que se evitarán los vuelos no esenciales.
En aquel momento el espacio Schengen no se encontraba cerrado, pero por motivos de salud pedían reducir al máximo los desplazamientos sin justificación.
La infanta Cristina también fue objeto de polémica hace unos meses tras viajar a Abu Dabi para reencontrarse con su padre. Lo hizo acompañada por su hermana Elena. Lo llamativo de aquello, es que ambas aprovecharon la ocasión para vacunarse del COVID-19, algo que también generó malestar.
Una parte de la población entendía que se aprovechaba de su situación para inmunizarse antes de tiempo. En cualquier caso, los últimos gestos de la hermana del rey no están resultando demasiado afortunados.
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