Cordón policial de la Guardia Civil

Alan, el niño de 15 años que ha muerto en España delante de sus dos amigos

Se vivieron momentos muy duros con la madre gritando de dolor abrazada al cadáver de su hijo

Alan de la Cruz es el chico de 15 años que ayer murió ahogado mientras se daba un chapuzón con unos amigos en el río Deva. Ocurrió en la localidad de Vilde, en Ribadedeva (Asturias). El niño se tiró a un pozo de agua helada en la presa del río y fue rescatado en un complicado operativo.

La tragedia dejó conmocionados a los dos amigos de Alan que se encontraban allí, y que en un primer momento intentaron rescatarlo. Pero las escenas más duras se vivieron con la presencia de la madre junto al cadáver de su hijo. Los que estaban allí difícilmente podrán olvidar los gritos desgarradores.

Alan era un joven deportista que practicaba fútbol y pádel, y estudiaba en el instituto de San Vicente de la Barquera. “Vuelvo enseguida”, le dijo a su madre antes de salir de casa, pero ya no volvió. Madre e hijo son de origen paraguayo y muy conocidos y queridos en Unquera (Cantabria), donde viven hace tiempo.

Sus amigos trataron de rescatarle

Los hechos ocurrieron ayer por la tarde, cuando Alan y dos amigos suyos fueron a jugar al fútbol y al pádel. Según cuenta el abuelo de uno de ellos en La Nueva España, sobre las seis de la tarde decidieron darse un chapuzón. Para ello acudieron al Pozo de la Presa en Vilde, en Ribadedeva.

Pozo de la Presa (Vilde)
Foto del Pozo de la Presa en Vilde, en el río Deva | Cedida

Se trata de una zona no habitual de baño donde además, en esta época del año, el agua está aún muy fría. Los niños acababan de hacer deporte, estaban sudando, así que es probable que el menor sufriera una indisposición. Sus amigos aseguran que se lanzó al agua, y al instante se hundió.

El abuelo de uno de los chicos, que hace muchos años fue buzo, cree que el niño “quedó afectado por la impresión, por el cambio de temperatura”. Los dos amigos se tiraron al agua para rescatarle, “pero la corriente nos arrastraba y no pudimos”. Tuvieron que salir y pedir ayuda al 112.

Rescate muy complicado

Así se lo explicaron a la policía, con los ojos rojos y conmocionados por la pérdida de su amigo. Los agentes trataron de calmar a los muchachos y les dijeron que habían hecho bien, pues la tragedia podría haber sido aún mayor. “Podríais haber sido arrastrados vosotros también por la corriente”, les dijeron.

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El 112 movilizó a varias dotaciones de los Bomberos de Asturias, que se desplazaron hasta el lugar del suceso. Gracias a las indicaciones de los adolescentes consiguieron localizar el cuerpo sin vida del joven, a dos metros de profundidad. Sin embargo, el rescate del cuerpo fue muy complicado.

Los Bomberos tuvieron que pedir ayuda a un vecino de la zona, que les prestó una lancha con la que pudieron sacar el cuerpo a la superficie. Un helicóptero medicalizado con el Grupo de Rescate aterrizó pocos minutos después. Lamentablemente, solo pudieron certificar la muerte del menor.

Momentos de mucha tensión

Poco después de las ocho de la tarde llegó la madre del adolescente fallecido en coche, y se vivieron escenas de mucho dolor. Bajó del vehículo muy nerviosa preguntando qué había pasado, cuando de repente vio el cadáver y se vino abajo. Los agentes la metieron en un coche patrulla e intentaron calmarla.

El padrastro llegó minutos después, también muy afectado, y la madre tuvo que ser atendida por un equipo sanitario. Poco después se procedió al levantamiento del cadáver y su traslado en un vehículo funerario. El cuerpo fue trasladado a Oviedo, donde hoy estaba prevista la autopsia.

Los que estaban allí nunca podrán olvidar los gritos desgarradores de la madre, abrazada al cadáver de su hijo. “No, no, qué voy a hacer yo ahora, mi niño, mi niño”, gritaba Eva María de la Cruz desconsolada. Luego, ya en el coche de patrulla, no paraba de repetir por qué le había tocado a ella esta desgracia.

Paraguayos afincados en España

Eva María de la Cruz dio a luz a Alan en Paraguay, su lugar de origen, hace quince años. Hace un tiempo se trasladaron a vivir a España, donde ella encontró trabajo como cuidadora de ancianos en una residencia de Colombres. En España conoció a su actual pareja, José Luis Escobedo.

José Luis es camarero en una conocida cafetería de Unquera, en Cantabria, donde vive esta familia muy conocida. Hace tres años, Eva María y José Luis tuvieron una niña, que ya no podrá conocer a su hermano. José Luis estaba también muy afectado por la tragedia cuando llegó al lugar de la tragedia.