La noticia de la repentina muerte de Candela Noverques ha causado una profunda tristeza en su entorno. Todo son palabras de elogio para esta joven de 24 años a la que el pasado domingo se le paró el corazón. Había dejado huella en el mundo fallero, donde participó desde muy pequeña por tradición familiar.
A los nueve años fue coronada como fallera mayor infantil de Morvedre (Valencia), y no dejó nunca de colaborar en las fiestas. A sus 24 años, Candela se estaba abriendo camino en el mundo de la comunicación. Su nueva etapa profesional la había llevado a Madrid, aunque seguía visitando su tierra siempre que podía.
Estaba llena de ilusión trabajando al lado de Bruno Fabra, una de las figuras emergentes del mundo de la comunicación. En su oficina trabajan con influencers como Marta Lozano, Eugenia Silva, Nieves Álvarez y Carmen Jordá. El nombre de Candela solía aparecer en los títulos de crédito, algo que la llenaba de especial orgullo.
En su mejor momento
Candela llevaba tiempo luchando para cumplir sus sueños, y mostraba su felicidad en casa y con su grupo de amigos. Todos coinciden en señalar su carácter positivo, irradiando su felicidad a los demás constantemente. Pero su luz se apagó para siempre hace dos días, cuando sufrió un repentino ataque al corazón estando solo.
El domingo por la tarde, sus familiares se extrañaron porque la joven no respondía a las llamadas ni a los mensajes. La encontraron muerta en su domicilio de Madrid, según ha trascendido por un fallo cardiaco. La trágica noticia se expandió con rapidez entre sus allegados y en todos los lugares donde dejó huella.
Sobre todo en el ámbito fallero, donde destacaron su compromiso y su calidad humana. A lo largo del día de ayer, diferentes asociaciones falleras se hicieron eco del suceso, y enviaron sus condolencias a familiares y amigos. Unas muestras de cariño que demuestran el tipo de persona que era Candela Noverques.
Carta de su madre
Pero sin duda, donde más se ha sentido el dolor de su pérdida ha sido entre los suyos. Era hija de Enrique Noverques y Rosario Gómez, un matrimonio vinculado desde siempre a las Fallas y que transmitieron esa pasión a sus hijas. Enrique fue presidente de la junta fallera de su localidad, y Rosario secretaria.
Ha sido precisamente la madre de Candela la que ha querido mandar un último mensaje a su hija. Lo ha hecho a través de una conmovedora carta en la que también revela la causa de la muerte. “A Candela le ha fallado el corazón, creo que lo tenía demasiado grande de tanto darse a los demás y amar”, ha escrito.
Rosario afirma que su hija “ha sido generosa en efecto como nadie, y por eso, allí donde ha pasado ha hecho amigos y ha sido feliz, inmensamente feliz”. La madre de la fallecida no esconde su dolor, en lo que es “el viaje más amargo de nuestra existencia”. Pero también ha querido hablar de los sueños de su hija.
Madrid, su paraíso
Aunque había estado en otras ciudades como Londres, Rosario revela que para Candela “Madrid era futuro, proyectos, amigos, quedadas, universidad y la mayor compañía”. “Madrid era su paraíso”, asegura, “y nuestra familia siempre os llevará en el corazón por todo el amor que disteis a nuestra canija”.
Ha tenido una mención especial para Bruno Fabra, “que tiró de ella y le dio la oportunidad de convertirse en cisne”. También para Gonzalo Abad, “y el resto de equipo de Fabra Comunicación” a los que “amaba”. Y como no, “a su panda de la universidad”.
Finalmente, menciona “a gente de prensa, de empresas y un sinfín de personas que tuvieron la suerte de estar con ella”. “Gracias Madrid, y gracias amigos y amigas”. Así concluye la carta de despedida de Rosario Gómez, madre de Candela Noverques.
Su madre, muy conocida en el PP
Además de su vinculación en el mundo fallero, Rosario Gómez es conocida en los ámbitos políticos por haber trabajado en el PP. Sin ir más lejos, fue jefa de gabinete de Esteban González Pons. Una pasión, la profesional, que también logró transmitir a su hija.
En cuanto al mundo de las Fallas, la noticia ha causado una especial conmoción en la Junta Local Fallera de Sagunto. También en la falla Teodoro Llorente, a la que pertenecía. También la Junta Central Fallera se ha unido a las condolencias por la muerte de Candela.
La familia de Candela procedía de Camp de Morvedre, pero hace algunos años se mudaron a Sagunto, donde echaron raíces y se hicieron muy queridos. Su muerte ha resultado especialmente dolorosa por lo joven que era y por ser tan inesperada. Pero también el momento en el que ha llegado, justo cuando atravesaba su mejor momento en la vida.
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