El principal sospechoso por la muerte de Esther López, Óscar, rompió su silencio hace unos días. Lo hizo con el periodista Luis Rendueles, que ofreció este lunes un adelanto de su testimonio en El programa de Ana Rosa.
Habló sobre la relación que le unía a la víctima. “La conocí hace muchos años en Traspinedo. Ella empezó a visitar el pueblo con 12 años y era la hermana de una de mis mejores amigas”, explicó.
Confirmó que ya no tenía tanto trato con Esther “porque ella tenía otro grupo de amigos. Nos saludábamos y hablábamos si coincidíamos en el pueblo, sobre todo en La Maña”. Habían ido perdiendo el contacto.
El principal sospechoso señaló que “nunca nos llamábamos por teléfono para quedar, si coincidía era a través de terceras personas”. Respecto a la relación con la chica, reconoció que “no nos contábamos intimidades”, por lo que no había demasiada confianza entre ellos.
Definió a la víctima como una persona “muy abierta, hablaba con todo el mundo”. Pero hubo un detalle que no quiso pasar por alto y es que “tenía problemas con las drogas, en el pueblo se comentaba que debía dinero por drogas”.
Óscar quiso dejar claro en su conversación con el periodista que “nunca hemos mantenido relaciones sexuales. Solo éramos amigos”. También confirmó que entre ellos nunca existió “ninguna disputa”.
Durante su relato, el todo momento trató de distanciarse de Esther López. Así lo demuestra el hecho de que asegurase que la joven “nunca ha estado en mi casa de Traspinedo”. En cualquier caso, la madrugada del 13 de enero sí que viajaron juntos en el mismo vehículo.
“En mi coche solo se montó la noche de la desaparición. Iba detrás del copiloto”, recuerda. Contó que sobre las 2:00, “Carolo, ella y yo fuimos a la zona de Las Bodegas para ver si había gente, pero no había nada”.
Decidieron quedarse un rato en el coche “con las ventanas bajadas, bebiendo una cerveza y fumando un cigarrillo”. La víctima tenía intención de seguir de fiesta, pero los chicos no estaban por la labor, según se desprende de su testimonio.
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Así que “dejamos a Carolo en su casa y un minuto después ella se bajó del coche”. Añade más detalles a lo ocurrido aquella noche: “Me dijo que quería ir a Valladolid a tomar la última”.
Sin embargo, él se negó porque “al día siguiente tenía que trabajar. Me dijo que parara el coche, que se iba a casa de Carolo. Le dije que si la llevaba y me dijo que no”, recalcó.
Esther López se despidió de él de mala manera
Esther López deseaba seguir de fiesta, y en vista de que sus amigos se iban para casa, no dudó en criticarles. “Al bajarse, me dijo que era un rancio y un cortapedos, o algo así”, relata el principal sospechoso.
Contó que “se le notaba que había bebido o tomado drogas. Pero iba bien, no como para desmayarse o caerse”. Una vez que se apeó del vehículo, Óscar se dirigió a su casa.
“Tardaría un minuto en llegar, me fumé un cigarrillo y me fui a dormir sin ducharme. Me acosté sobre las 3:00 y no me levanté más hasta el día siguiente”. A la mañana siguiente se desplazó a Valladolid, donde estuvo trabajando desde las 10:00 hasta las 13:30, asegura.
Unos días después escribe a la hermana de Esther López para interesarse por su paradero. “Me dijo que su teléfono no daba señal, que mirara a ver si se le había caído en mi coche”, dijo. Lo haría al día siguiente y “la llame para decirle que no”.