Montaje con foto del teniente fallecido

Fernando, el joven teniente español fallecido en unas maniobras: ‘no fue ningún error’

La familia defiende las causas fortuitas del accidente y denuncian a la juez del caso por filtraciones

Fernando Pérez Serrano, teniente del Ejército del Aire, murió a los 26 años durante unas maniobras el 17 de octubre de 2017. Años después, sus padres levantan la voz para defender su imagen y su honor profesional. Han denunciado a la juez del caso por sus apreciaciones. 

La magistrada Patricia Moncada afirma en auto que el piloto tuvo una actitud “errática” en el accidente que le costó la vida. Los familiares de Fernando entienden que la juez culpa a su hijo de su propia muerte. Por eso la han denunciado ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

La acusan de haber filtrado a la prensa datos e información que nunca tuvieron que haber visto la luz. Las apreciaciones de la magistrada han causado “un profundo dolor” a los padres del teniente fallecido. Estos han tomado medidas para proteger la imagen de su hijo y defender la verdad.

Accidente mortal

Fernando Pérez Serrano murió al estrellarse su caza en la base de Torrejón de Ardoz en Madrid, durante unas maniobras. Fue en el despegue, cuando el aparato que pilotaba el teniente perdió potencia y no pudo alzar el vuelo. Fernando fue el número uno de su promoción y recibió la Cruz al Mérito Aeronáutico.

Fernando Pérez Serrano
Fernando Pérez fue el primero de su promoción | Cedida

Según se filtró después, el desencadenante del accidente pudo ser una pieza olvidada en el motor derecho de la nave. Tras el accidente se abrieron diligencias y a pesar de que ya han pasado algunos años la investigación sigue abierta. En las últimas semanas se ha filtrado un auto del juzgado militar.

La magistrada Patricia Moncada responsabiliza al piloto del accidente al atribuirle una actitud errática. Algo extraño al tratarse de un piloto brillante y que siempre hizo gala de una gran profesionalidad. La polémica se ha desatado por una información filtrada a un medio de tirada nacional.

La familia está muy dolida

La familia de Fernando se ha sentido muy dolida por lo que consideran un daño al buen nombre de su hijo y a su reputación. “Intensifican nuestro dolor al querer ensuciar el nombre de mi hijo con mentiras”, dice su madre Concha. “Murió en 2017 y sigue muriendo, nos lo siguen matando y nos matan a nosotros”, añade.

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Los padres acusan a la magistrada de presunta filtración de datos e informaciones contenidos en la instrucción. La información fue publicada el 15 de abril en base a la transcripción del auto dictado por la juez. “Se realizan afirmaciones graves contra el honor y la buena reputación del teniente fallecido”, dice la denuncia.

Lamentan, además, que el teniente fallecido “desgraciadamente ya no puede defenderse de estas acusaciones”. A través de su abogado han recurrido el auto de la magistrada y piden el archivo de las actuaciones “por su inutilidad”. Además, la acusan de presunta autora de las mencionadas filtraciones. 

Varias filtraciones

La denuncia incluye otra filtración anterior con fecha del 1 de julio de 2019 en el mismo medio. En ella se emite una resolución de la misma magistrada que, según los padres del fallecido, “perjudicaba su imagen”. Creen que hay indicios suficientes para acusarla de todas estas filtraciones.

Los denunciantes señalan otras informaciones aparecidas en los últimos años y filtradas supuestamente por la misma magistrada. Consideran que esto genera “un enorme perjuicio moral para los padres y la familia del oficial fallecido”. Y señalan que “afecta gravemente a su prestigio personal y profesional”.

Foto con Fernando Pérez Serrano
Fernando tenía una gran proyección como piloto de combate | Cedida

En esas informaciones se desliza que el teniente “sufrió un cambio de actitud tras regresar de Yibuti, donde estuvo como traductor de francés”. Y que a partir de entonces “su conducta se volvió errática y temeraria”. Según el auto, la misión “frenó la progresión de su carrera como piloto de combate”.

Una juez polémica

En el auto se especifica que a raíz de su misión en Yibuti el piloto estuvo cuatro meses en tierra y perdió las calificaciones de vuelo. Siete días antes del trágico suceso, pidió a su jefe de escuadrón la suspensión de su vuelo nocturno por indisposición. La juez considera que era un riesgo dejarle volar.

Pero la madre de Fernando lo niega y asegura que su hijo tenía una conducta ejemplar y que estaba en condiciones para volar. Para demostrarlo recurre a los reconocimientos médicos, según los cuales tenía aptitud para el vuelo. “Quien puede que tenga una conducta errática es la juez”, señala. 

Concha recuerda que su hijo tenía “unas ganas enormes de comerse el mundo, de trabajar y dar lo mejor de sí mismo”. Estaba viviendo un momento dulce con su novia Ale y su proyección como piloto de combate. Esta es ya la tercera denuncia presentada en los último meses contra la misma magustrado.