Montaje con foto del fallecido

Juan Alfredo, el médico fallecido por dos kamikazes drogados en la M-30

Los familiares de la víctima piden que los dos responsables sean juzgados por homicidio doloso

Juan Alfredo López, médico especialista de la Fundación Jiménez Díaz, iba solo en su coche circulando por la M-30. En un momento dado paró porque había una pequeña retención. Detrás, dos conductores borrachos habían emprendido una carrera mortal que acabó en un trágico impacto contra su coche. 

Accidente M30 25julio2021

Sucedió el pasado 25 de julio, a las 11:30 de la mañana. Según los testigos, los vehículos alcanzaron los 200 kilómetros por hora en los túneles donde solo se puede ir a 70. Un vídeo del accidente y el audio de la llamada a emergencias sacan a la luz la violencia con la que se produjo el siniestro.

Los dos responsables están citados a declarar este jueves, en el juzgado de instrucción número 14 de Madrid. El juez decidirá si siguen en libertad provisional o entran en la cárcel. Se les atribuye un delito de homicidio imprudente, conducción temeraria y contra la seguridad vial.

Cómo se produjo el accidente

Los hechos ocurrieron la mañana del 25 de julio en la M-30, en Madrid. Un BMW negro y un Fiat empezaron a perseguirse uno al otro en una competición de velocidad. En la imagen se les puede ver haciendo zig zag y esquivando a otros vehículos que se libran por poco.

Imagenes del accidente
Los dos kamikazes circulando por el carril izquierdo | EC

Al llegar a la retención donde espera el coche de Juan Alfredo, uno de los conductores no puede frenar a tiempo e impacta detrás suyo de forma brutal. El conductor del BMW escapa del lugar, y el del Fiat, aún en shock, intenta pedir ayuda para salir de ahí.

Pero los testigos del accidente llaman a emergencias para relatar lo ocurrido, y denuncian que uno de los culpables quiere fugarse. Los sanitarios desplazados hasta el lugar no pueden hacer nada para salvar la vida del doctor. Poco después llega la policía, que se hace cargo del infractor y abre una investigación.

La llamada de emergencia

“Te llamaba porque acaba de ocurrir un accidente en la M-30”. Así empieza el audio de la llamada a emergencias la mañana del 25 de julio. Así lo describe: “Venían dos coches negros a 120 kilómetros por hora, han pasado a mi lado y han chocado contra otros coches unos 500 metros más adelante”.

Imagen del accidente
Un momento de la carrera mortal de los kamikazes | Cedida

El testigo sigue su relato contando el infierno que se vive dentro del túnel: “Hay tres coches parados ahora, en uno hay un chaval que está inconsciente, y en los otros dos uno ha salido cojeando y poco más”.

Positivos en cocaína y cannabis

El conductor del Fiat dio positivo en cocaína y cannabis, y además no tenía carnet de conducir porque había perdido todos los puntos. El conductor del BMW llamó dos horas más tarde, supuestamente después de haber consultado con un abogado. Entonces cuenta a la policía que el otro conductor se picó con él, y que huyó por miedo.

Imágenes de la cámara
El momento del impacto se aprecia al fondo de las imágenes | EC

Según su versión, le empezó a tirar cosas por la ventanilla y él trató de escapar a la carrera antes de impactar. El hombre fue citado en dependencias policiales, donde le hicieron la prueba de alcohol y drogas. También dio positivo en cocaína y cannabis.

La principal hipótesis es que los dos conductores drogados se picaron y emprendieron una carrera mortal que acabó con la muerte de Juan Alfredo. Por eso los familiares de la víctima piden que sean juzgados por homicidio doloso, que conlleva una pena de 15 años de cárcel. Hay dos casos que han sentado un precedente en esa línea.

¿Homicidio imprudente o doloso?

La acusación entiende que conducir drogado a gran velocidad conlleva un riesgo evidente de causar un accidente mortal. Por eso no cabe el homicidio imprudente, sino doloso. Es lo que presuntamente sucedió la mañana en la que murió Juan Alfredo, completamente indefenso ante la muerte que se le avecinaba por detrás.

El caso paradigmático es el accidente que acabó con la vida de un joven llamado Javier en la carretera de Extremadura. Pablo, el kamikaze que está detrás de esta muerte, sembró el terror circulando en dirección contraria varios kilómetros. El acusado aceptó siete años y un mes de cárcel por un delito de homicidio doloso.

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