Jorge Javier Vázquez con una disimulada y ligera sonrisa y con la mirada perdida

Jorge Javier, problemas en las relaciones íntimas y el tamaño de su miembro

El presentador ha aprovechado para contar en su blog cómo han cambiado las relaciones con el paso de los años.

Jorge Javier Vázquez  se ha sincerado más que nunca. Y qué mejor manera de abrirse que desde ‘Vidas propias’, el blog del presentador en ‘Lecturas’. Aquí es donde ha sacado su lado más personal e íntimo a pasear para contarnos cómo se siente en el terreno amoroso.

El empresario afirmaba que estaba en ‘modo pesimista esta semana’. Muchas dificultades se habían interpuesto en su camino y le impedían ver la vida con positividad.

“Belén Rodríguez se rompe una pierna, mi amiga C. me llama diciéndome que no está pasando por su mejor momento y yo me pongo malo del estómago y además la voz no me acompaña. Un desastre”, empezaba diciendo.

Jorge Javier y su búsqueda de ligue

Pese a contar algunos problemas de su entorno más cercano y un malestar que le acompaña, hay algo que especialmente inquieta a Jorge Javier. Se trata del ámbito amoroso.

“Durante esta semana no he echado ningún ojo a las aplicaciones de ligue, hecho raro en mí teniendo en cuenta que a lo largo del día las miro compulsivamente cientos de veces”, explicaba el presentador.

Pero ya no es lo mismo. Eso de ligar ha cambiado mucho con el paso de los años. Ahora en las aplicaciones para conseguirlo se piden una serie de detalles que tal vez no estamos dispuestos a dar. Algo que desanima al de Telecinco, que se siente fuera de onda.

“Llevo pensando mucho sobre el mundo del ligue en la actualidad y creo que me están empezando a dar ganas de bajarme del carro. No estoy a la altura de lo que se demanda hoy en día”, escribía en el blog.

Para poner a sus lectores en situación, el susodicho explicaba cuánto había cambiado la situación con ejemplos claros.

Jorge Javier Vázquez con una gran sonrisa en el transcurso de una gala televisiva
Jorge Javier Vázquez con una gran sonrisa en el transcurso de una gala televisiva | GTRES

“Cuando yo era más joven, acostarse con alguien era un triunfo -almenos en mi caso- y por lo que me acuerdo no éramos muy exquisitos a la hora de gozar de esos encuentros. O igual era yo, que como arrastraba ese complejo de culpa me conformaba con cualquier cosa. Ahora no sucede así”, confesaba.

“Conoces a alguien por alguna aplicación y debes enfrentarte a un exhaustivo test. Te preguntan qué te va, si tienes algún morbo, algún fetiche, si vas bien dotado”, decía Jorge Javier, sin pelos en la lengua. Una situación que parece incomodarle a la hora de encontrar a alguien con quien compartir su intimidad.

“Yo la verdad, es que me he dado cuenta de que soy bien pavo, porque sabiendo de qué va la historia podría prepararme las respuestas. Pero no, me quedo en blanco y solo atino a contestar. ‘Bueno, no sé, qué morbo tienes tú. ¿De tamaño? Pues normal, no sé’”.

Está claro que el presentador quiere ser cauto con cada una de sus respuestas en estas aplicaciones destinadas a encontrar pareja. Pero esto podría jugar en su contra. “Entiendo que ante estas respuestas la gente no muestre excesivo interés y pase al siguiente”.

Cuando el de ‘Sálvame’ parece encontrar a alguien afín a él a través de estas plataformas, a la hora de la verdad tampoco parece ser su media naranja.

Plató de Sálvame con los colaboradores
Plató de Sálvame con los colaboradores | Telecinco

Si tengo la gran suerte de quedar con alguien la historia también tiene lo suyo porque me he dado cuenta de que la gente suele tener un conocimiento extraordinario de su propio cuerpo”. ¿A qué se refiere?

“Practican el sexo con tanta asiduidad que lo ejecutan con una precisión suiza. Vienen con la partitura bien estudiada y exigen que la toques a la perfección”, desvelaba

A modo de conclusión sobre cómo han cambiado las tornas en el ámbito del sexo y la intimidad en pareja, Jorge Javier lo tiene claro. “No existe lugar para la improvisación ni tan siquiera para la emoción. El sexo se reduce a la repetición de una sucesión de elementos previamente testados que llegan a convertirse en rutinarios”.