Arnau, ganador de 'Masterchef 9'

Arnau, ganador de 'MasterChef', desvela en directo su tragedia familiar

El catalán abrió su corazón en la final del programa

Arnau se proclamó anoche ganador de MasterChef 9  frente a Mery. Consiguió su sueño de ganar el concurso para así poder conseguir que su vida tome un nuevo rumbo. De ser comercial de grifería va a abrirse la posibilidad de poder trabajar en lo que realmente le apasiona: la cocina.

Hasta ayer, el catalán se había mostrado como un joven con 'mucha labia' y con una estrategia para ganar. Esto sin pasar por alto que apenas había querido hablar de su vida personal y solo conocíamos que tenía novia.

Sin embargo, en la última gala de la edición descubrimos realmente cómo era y el duro pasado que le había tocado vivir. Un pasado que le ha marcado para siempre y que le ha llevado a entregarse para alcanzar sus sueños.

El ganador del concurso 'abre su corazón' por primera vez

El programa de anoche fue muy intenso y los cuatro concursantes (Arnau, Mery, María y Fran) tuvieron que entregarse por completo. La primera prueba, la que llevó al catalán a ganar la chaquetilla de la gran final, fue muy dura. Sí, porque tuvieron que seguir, paso a paso, una receta que les enseñó en directo el chef Ricard Martínez.

No les resultó fácil, pero el que más tarde se proclamaría ganador de esta última edición de MasterChef bordó su plato. Un plato que presentó diciendo que se llamaba “Susana y Miquel”: “Son mis padres. Ambos son supervivientes del cáncer y si hay algo que aprendí después de una experiencia es la actitud con la que lo afrontaron”.

“Recuerdo a mi madre cada mañana, cuando tenía quimio y cuando no, cuando tenía pelo y se le cayó diciendo: «Voy a poder con esto». Y de esta actitud yo me impregné y es la que me ha hecho llegar hasta este plato y hasta esta final”.

Sus compañeros y el jurado se emocionaron enormemente con el joven que, por primera vez, decidió 'abrir su corazón'. Tanto es así que Pepe Rodríguez no dudó en decirle: “Me alegro de haberte conocido y de compartir contigo estas semanas. Ahora entiendo de donde viene tu actitud”.

Precisamente, esta actitud es la que, como hemos citado, le convirtió en primer finalista de MasterChef 9. Le sirvió para preparar un plato que era exactamente idéntico al del chef invitado, que destacó de él su esfuerzo y ejecución. Y el triunfo le hizo tener cada vez más cerca su objetivo: “Lo que antes era un sueño, ahora es una realidad”.

El concursante gana la final rindiendo un homenaje a sus orígenes

Mery y Arnau, que estuvieron acompañados de sus padres y sus parejas, llegaron muy emocionados al duelo final. El catalán reconoció que, ganara o no, “es un cambio de vida. Entré con mi mochila de comercial y ahora tengo una chaquetilla”.

“La mochila de comercial se me ha roto y ya no voy a vender más grifos”. Una decisión esta que fue respaldada por su progenitor. Este le dijo: “Su futuro lo decide él y yo no seré el que le ponga palos en las ruedas”.

Los dos aspirantes estuvieron dispuestos a obtener el triunfo y se entregaron al máximo. Él optó por hacerlo rindiendo un homenaje a su familia, en concreto, a sus abuelos. Presentó un delicado, esmerado y perfecto menú al que llamó “Origen”.

De este explicó: “Yo tuve la gran suerte de disfrutar de mis cuatro abuelos. Los cuatro eran de origen rural, payeses, y con ellos aprendí una cultura gastronómica que giraba en torno al producto. Con ellos aprendí que la comida tiene un proceso”.

“Sí, que existe una siembra, una recolección y una conservación. Hoy me da la sensación de que vivimos al margen de esto”.

Y lo cierto es que su propuesta le funcionó. Tanto el jurado como el chef invitado, Dabiz Muñoz, quedaron encantados con ella y consideraron que no tenía ningún defecto. Por este motivo, le proclamaron ganador de la edición.

De este modo, ganó 100000 €, un máster en el Basque Culinary Center y, además, la posibilidad de publicar un libro de recetas.

Ante ese triunfo, el joven se mostró más emocionado y entusiasmado que nunca. Pudo cumplir su meta gracias a su esfuerzo y tesón, dos valores que le ha enseñado la vida a raíz de dos tragedias personales.

Sus últimas palabras en el concurso tras conseguir el galardón fueron: “Esto es inexplicable y un sueño. Que todo el mundo persiga los suyos. Hay que luchar por ellos”.